Refinanciación, concurso u opa, todo es posible en la chocolatera Natra

Los casi 400 millones facturados y un coste de compra de apenas 50 millones harían muy golosa su adquisición, a pesar de los 160 millones de deuda

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El grupo chocolatero Natra sigue manteniendo grandes dudas sobre el resultado de las negociaciones que está llevando a cabo para refinanciar sus 160 millones de deuda, debido a las trabas que están poniendo algunas de las entidades financieras que forman parte del sindicado acreedor.

Y lo que puede pasar con el futuro de la compañía empieza a abrirse a un sinfín de posibilidades. Que finalmente se logre el acuerdo de refinanciación o que no lo haga. En este caso, la vía del pre-concurso se abriría paso para comprobar si, como parece, esos casi 400 millones de euros que factura resultan ser lo suficientemente apetecibles como para que algún inversor lance una oferta y se quede con la compañía por apenas 50 millones de euros.

A la vuelta del verano surgen las dudas

Dudas que se hicieron patentes a la vuelta del pasado verano, cuando su consejo, presidido por Juan Ignacio Egaña, no pudo lograr que los bancos acreedores del grupo chocolatero respaldaran el acuerdo alcanzado con dos inversores internacionales para financiar 25 millones de euros de capital circulante, de cara a equilibrar las necesidades operativas del negocio del cacao y proteger su competitividad internacional.

Natra pretendía que esa línea de capital fuera la primera piedra sobre la que basar una estructura de deuda más eficiente a largo plazo, pero no pudo ser. Se requería que el acuerdo lo ratificaran nueve de las entidades financieras, pero solo lo hicieron ocho.

Impagos de cuotas del sindicado

Al no llegar ese capital, y ante la falta de liquidez, Natra tuvo que dejar de pagar 1,4 millones de euros correspondientes a las cuotas de intereses de los meses de julio y agosto de 2014, correspondientes al préstamo sindicado.

Desde entonces, todas las medidas tomadas no obedecen a un plan perfectamente elaborado, sino que son más bien fruto de la improvisación para ir tirando. A finales de septiembre, ante la imposibilidad de sacar adelante esa operación de refinanciación, Natra inició el proceso de reestructuración de su deuda. Y lo hizo regularizando sus obligaciones respecto al crédito sindicado, abonando esos 1,4 millones de euros de cuotas de intereses vencidas.

Capital para ir tirando

A partir de ahí, el dinero para ir tirando mientras se cierra un acuerdo de refinanciación lo ha obtenido Natra con sendas líneas de financiación por un total de 12,5 millones de euros, prorrogables hasta julio de 2015. Concedidas por algunos de los bancos acreedores a favor de Natra Chocolate International y Natra Cacao, cabeceras operativas y comerciales de las divisiones de consumo e industrial.

Un circulante que ha servido para cubrir el notable incremento del precio del cacao que se venía registrando y que, afortunadamente para la chocolatera, ha empezado a abaratarse en los últimos meses de 2014 y en los que llevamos de 2015.

Stand still hasta el 18 de abril

Mientras tanto, las negociaciones para llegar a un acuerdo de refinanciación han llevado a la empresa y a sus acreedores a pactar una primera fecha para sellar una salida airosa. La del próximo 18 de abril.

Ese día finaliza el primer acuerdo de espera y mantenimiento (stand still) para evitar que ninguna de las entidades firmantes decida ejecutar las garantías que cubren sus respectivos préstamos. Los acreedores que han suscrito este pacto de no agresión representan aproximadamente el 68% del importe dispuesto y pendiente de amortización.

Además, las dificultades de liquidez se han vuelto a poner de manifiesto al no liquidar Natra la cuota y los intereses correspondientes al plazo que vencía el pasado 19 de enero.

Pérdidas y justificaciones

En este marco, Natra cerraba el pasado ejercicio con unas abultadas pérdidas de 54 millones de euros, muy por encima del poco más del millón de euros negativo de un año antes.

Tienen su explicación en base a dos hechos. Uno, el fuerte deterioro de más de 27 millones de euros de los fondos de comercio de dos de sus filiales, la antigua Zahor y la holandesa Natrajacali. Y otro, el derivado de la venta de su filial Natraceutical en una fusión inversa, por la que esta, de pequeño tamaño, compraba y absorbía Laboratorio Reig Jofré.

Salida de Kutxabank

Al final, en el nuevo reparto accionarial, la empresa catalana se quedaba con el 74% de la nueva sociedad, y Natra con apenas el 13%, lo que implicaba la automática desconsolidación de esta participación del balance del grupo chocolatero, y pasar a ser considerado como un activo disponible para la venta.

A nivel accionarial, los primeros días de marzo han servido para comprobar cómo Kutxabank ha puesto tierra de por medio en Natra. Aquel 9,13% del capital que llegó a tener hace tres años se ha diluido prácticamente a nada entre finales de febrero y principios de marzo tras vender la casi totalidad de los 3 millones de acciones que poseía.

El movimiento de la entidad vasca reduce el núcleo duro de accionistas a solo el 22% que poseen los miembros del consejo a través de las sociedades Carafal y Auriga, lo que abre la posibilidad de que algún inversor pueda realizar alguna oferta de compra.

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