Rapapolvo del Congreso a Navantia por su opacidad

El Congreso hace suyo un crítico informe del Tribunal de Cuentas y pide más controles internos en Navantia

Astilleros de Navantia en Ferrol / E.P.

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Lo puede advertir más alto, pero no más claro. Y hay dos destinatarios de sus mensajes: el Gobierno y Navantia. En una resolución, la Comisión Mixta del Congreso para las Relaciones con el Tribunal de Cuentas hace suyo el último y duro informe de fiscalización de Navantia realizado por dicho organismo, critica de forma velada la opacidad  de la compañía, a la que pide mayor transparencia, y a la vez exige más controles internos.

Ya por lo menudo, la comisión mixta del Congreso, presidida por el popular Eloy Suárez Lamata, exige al Ejecutivo de Mariano Rajoy que «tome las medidas necesarias para que Navantia garantice la transparencia y eficiencia en su actividad comercial«. También insta al Gobierno a  adoptar «las medidas necesarias para que Navantia cuente con rigurosos sistemas y procedimientos de control interno» y «tome las decisiones de los proyectos que lleva a cabo fundamentadas en criterios tecnológicos rigurosos, objetivos y contrastables».

El Congreso pide más transparencia a Navantia y mayores controles internos

El Congreso, en base al informe de Cuentas, exige «impulsar un plan para Navantia de acuerdo con su representación sindical que contemple y defina las actividades estratégicas y de mercado en lo que se refiere a construcción naval, que defina los recursos necesarios y un plan de inversiones en I+D+i». «Las inversiones deben dirigirse claramente a la modernización organizativa, funcional y tecnológica», insiste la resolución.

Lo que pide a Navantia

La comisión mixta entra de lleno en la propia responsabilidad de la compañía al advertir a los gestores de Navantia que deben  «incluir en la memoria de sus cuentas anuales las informaciones complementarias suficientes referidas a las operaciones relacionadas con el Ministerio de Defensa y con el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio que permitan evaluar el efecto que estas operaciones tienen sobre la situación financiera de la sociedad y la repercusión que la actualización del valor de los créditos y deudas con estos ministerios pueda tener sobre el importe neto de la cifra de negocios». Ahí es nada.

El Congreso pide a Navantia «dotarse de unos rigurosos sistemas y procedimientos de control interno». En concreto, la resolución alude a  «definir una estrategia empresarial cuyo objetivo sea el incremento de la competitividad mediante el necesario control y racionalización de los costes, en particular de los costes de personal, y que, además, reoriente básicamente su labor comercial a los ámbitos concretos de su actividad en los que ésta resulte mínimamente competitiva».

Navantia ha avanzado en los últimos años, con el relevo de su presidente incluido, pero todavía fía su futuro a los encargos de Defensa, especialmente en el nuevo plan estratégico.  La resolución de la comisión mixta, publicada este jueves en el BOE, data del pasado mes de octubre, y basa sus conclusiones en el informe de fiscalización de las actividades realizadas por la empresa estatal  en el periodo comprendido entre 2007 y 2010 y de su situación financiera a 31 de diciembre de 2010.

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