Quabit da por buenas las dudas sobre su plan estratégico 

Hasta 2018 ingresará 75 millones, muy lejos de la facturación contemplada para 2020

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El anuncio que acaba de hacer la inmobiliaria cotizada Quabit, acerca de sus proyectos inmediatos de comercialización de nuevas viviendas, ha venido a corroborar las dudas emitidas hace un mes por Ernst &Young, en el informe de auditoría de las cuentas del pasado ejercicio.

La auditora aludía entonces a ciertas incertidumbres sobre la valoración de activos por proyectos que pudieran no llevarse a término en los plazos previstos, debido a cuestiones judiciales de incierta resolución.

Ahora, la propia empresa viene a dar la razón a su auditora, al anunciar el inicio de cinco promociones, que incluyen unas 300 viviendas que, caso de acometerse finalmente –todavía se está testando la potencial demanda–, no se entregarían hasta mediados de 2018.

Inversión de 60 millones, facturación de 75

Los números que baraja la inmobiliaria presidida por Félix Abánades con estos proyectos pasan por afrontar una inversión de unos 60 millones para obtener -de venderse en su totalidad y a los precios inicialmente barajados e incluso con potencial subida durante su construcción- unos 75 millones.

Tanto en un caso como en otro -viviendas e ingresos-, estaríamos muy lejos de lo fijado por Quabit en el plan estratégico 2016-2020 anunciado en octubre de 2015, de entregar en ese periodo más de 3.000 viviendas para facturar por su venta 1.000 millones de euros.

2.700 viviendas sobre terrenos que no posee

De esta manera, para acercarse a los objetivos del plan –y teniendo en cuenta la media de dos años que requiere un proyecto residencial desde que se inicia hasta que se hace efectiva la entrega de llave–, la promotora debería iniciar 2.700 viviendas en los dos próximos años.

Y hacerlo, además, sobre terrenos que ni siquiera todavía posee y en los que se deberían construir más de 2.300 viviendas. Para comprar estos suelos, Quabit contempla realizar una inversión de 470 millones de euros.

Suelo no urbanizable

Además de las cinco parcelas que se desarrollarían de manera inmediata, la inmobiliaria solo dispone en su cartera con suelos disponibles para otras 400 viviendas. El resto de su cartera de suelo se completa con parcelas que suman 625.160 metros cuadrados edificables para unas 7.000 viviendas y 5,2 millones de metros cuadrados no urbanizables. Activos valorados en 316 millones de euros, de los que apenas el 30% estarían listos para poder edificar.

Para llegar a ingresar esos 75 millones de euros por la venta de las primeras 300 viviendas, Quabit ha fijado precios que oscilan entre 89.000 y 260.000 euros para 116 pisos y 24 chalés, respectivamente, en Guadalajara, y unos 250.000 euros para las 56 viviendas previstas en Sant Feliú de Llobregat (Barcelona) o el centenar proyectado en Estepona (Málaga), junto al campo de golf Casares Green. La promoción más cara se localiza en la localidad madrileña de Boadilla del Monte, con 12 unifamiliares, con parcela de 1.000 metros, por 1,2 millones de euros.

No ha llegado el dinero de los fondos

Las dudas para que Quabit saque adelante su plan estratégico siguen estando latentes hoy, como lo estaban hace casi seis meses, cuando anunciaba la inversión de 470 millones de euros para la compra de suelos, que no sabe muy bien de dónde van a salir.

De la aportación financiera de 69 millones que, supuestamente, iba a llegar procedente de fondos internacionales con la firma de un acuerdo inmediato, nunca más se supo.

Desde entonces, lo único que ha salido adelante ha sido una ampliación de capital de 45 millones (que sirvió para pagar un vencimiento de deuda a la Sareb, su principal acreedor y también accionista) y otras dos, por 11 millones, que serán aprobadas el próximo 14 de abril en la junta de accionistas.

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