Puig, segundo accionista de Lonia y Adolfo Domínguez, perdió 51 millones

La firma catalana de moda y fragancias Puig, que figura como segunda máxima accionista de las gallegas Textil Lonia y Adolfo Domínguez, integró en enero a su portfolio las marcas de Jean Paul Gaultier, de cuya compañía era accionista mayoritario desde 2011. Los preparativos de esta incorporación durante 2015 han costado a la compañía una reducción significativa de sus resultados del último año. Concretamente, 51 millones de euros.    

Puig cerró el ejercicio 2015 con unas ventas de 1.645 millones de euros, un 9% más que en 2014. Sin embargo, sus beneficios cayeron un 28%, hasta los 126 millones. Marc Puig, consejero delegado de la compañía, explicó este descenso por los gastos asociados a la preparación de la integración de los perfumes Jean Paul Gaultier en el portafolio de marcas de Puig y el «esfuerzo inversor» para apoyar la estrategia de crecimiento.

El primer ejecutivo del grupo destacó que, pese a que los resultados de 2015 son peores que los del año anterior, si se mira la evolución de la firma «con perspectiva», hay que «poner en valor» que dobló sus ventas entre 2004 y 2014, y que está invirtiendo en sus marcas.

Crecimiento del 33% en tres años

En esta línea, Puig se ha mostrado confiado en que la apuesta de crecimiento se traducirá, en los próximos años, en la vuelta a una rentabilidad más alta, lo que prevé que ocurrirá ya en 2017. De hecho, la compañía mantiene su objetivo de alcanzar los 2.000 millones de euros de ingresos netos en 2017, lo que supondría un crecimiento del 33% respecto al 2014, cuando facturó 1.508 millones y ganó 177 millones.

Más a corto plazo, de cara a 2016 la compañía espera que sus ventas crezcan en dos dígitos, aunque el beneficio todavía se resentirá de la integración de Jean Paul Gaultier, que se hizo efectiva el pasado 1 de enero. La firma familiar con sede en Barcelona calcula que los perfumes incorporados se convertirán en una de las principales palancas de futuro, ya que reportarán un negocio que supone el 10% de las ventas de la multinacional.

Dos de cada diez euros vienen de fuera

En 2015, la compañía especializada en perfumes concentró el 86% de su negocio fuera de España, mientras que el 47% corresponde ya a mercados emergentes. Esta exposición entraña riesgos, según ha admitido Puig, ya que la devaluación de monedas de países como Argentina y Brasil y los problemas en Rusia y Oriente Medio afectan directamente al negocio.

En España, donde creció un 8%, la firma obtuvo el 14% de sus ventas el año pasado.