¿Puede haber recuperación inmobiliaria con 4 millones de parados y 8 de mileuristas?

El excesivo optimismo de algunos promotores contrasta con la cautela que muestran las entidades financieras por una raquítica demanda solvente

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Un año más, los agentes implicados se dan cita esta semana en el Salón Inmobiliario de Madrid (SIMA), y lo hacen, en general, para obviar la realidad de la situación económica, la que dice que hay en España un 22% de parados difícilmente reducible y un mercado laboral en el que la mitad –sobre todos los más jóvenes y potenciales compradores de casas– ganan entre 650 y 1.000 euros mensuales.

Prefieren agarrarse a cualquier otro dato, por inconsistente que sea, como las compraventas de viviendas usadas –nuevas, pocas– adquiridas por extranjeros, socimis o fondos de inversión, o los visados para hacer casas que luego no siempre se llevan a término, para dejar de lado aquellos otros que resultan incontestables, pero que no lucen para vender la supuesta recuperación del mercado residencial y de que hay que construir más viviendas.

Mejoría limitada y acotada

Que la hay, efectivamente, pero de una manera muy localizada en zonas concretas de Madrid, Barcelona y algunas áreas del litoral mediterráneo. Pero también que resulta insuficiente para, como muchos se empeñan en airear a bombo y plantillo, dar por sentada una recuperación generalizada del mercado inmobiliario en España.

A partir de aquí, las cuentas de la lechera forman parte del ocurrente colectivo que suele enarbolarse en este tipo de eventos. Como las de Juan Antonio Gómez-Pintado, presidente de Via Célere y recién nombrado presidente de los promotores españoles, que dejaba caer sobre la mesa de la Conferencia Inmobiliaria con la que arranca la citan anual de SIMA. «La demanda vegetativa cifra en 100.000 viviendas las que se requerirán en 2015 en España», decía.

La olvidada ‘ley de las 3R’

Puede ser, pero no tendrían por qué ser compradas. Un aspecto, el del cambio de modelo promovido por el Gobierno del Partido Popular para relegar la compra en favor del alquiler y fomentar la rehabilitación, que está pasando de puntillas, cuando no cayendo directamente en saco rato.

Dos años después de entrar en vigor la conocida ‘ley de las 3R’ (rehabilitación, regeneración y renovación urbanas) su desarrollo sigue siendo más bien escaso. Tanto que la Comunidad de Madrid, proclamada como abanderada de esta recuperación inmobiliaria, ni siquiera se ha adherido a ella.

Optimismo excesivo

No obstante, el optimismo generalizado que sobrevolaba por la Conferencia Inmobiliaria, con el propio Gómez-Pintado dando por cerrado el final del ciclo y de ajuste de precios y vaticinando un 2015 «magnífico para el sector», fue acotado por alguno de los invitados.

Entre ellos, Santos González, de la Asociación Hipotecaria Española, quien duda de que la obra nueva pueda tirar hacia adelante sin solucionar los problemas de empleo y fiscalidad, los que denomina de «primer acceso», sin los que la estabilidad del mercado resulta difícil de lograr.

Estabilización sí, recuperación no

También Juan Fernández-Aceytuno, director general de ST Sociedad de Tasación, dejó claro que «no se puede hablar de recuperación y sí de estabilización», ya que hay muchos deberes pendientes, por lo que hay que mantener la cautela «y no dejarnos llevar por movimientos que no sabemos si son sostenibles».

A su juicio, esas 240.000 hipotecas que se están concediendo siguen siendo muy pocas para un país, como España, con 47 millones de habitantes. Para hablar de recuperación se deberían «doblar esas cifras». Tampoco quiso dejar pasar por alto el riesgo que puede suponer una subida de los tipos de interés.

«España, la Florida de Europa»

El argentino Juan Pepa, director en Europa del fondo estadounidense Lone Star., se mostró convencido de que «España vuelve a ser la Florida de Europa», si bien matizó que el sector residencial sigue un paso por detrás de la consolidación de mercado que ya se da en hoteles o centros comerciales. Y lanzó un aviso a navegantes. «El stock que no se ha vendido será difícil que lo haga, porque al final se demuestra que las ventas se producen donde la gente quiere vivir», señalaba Pepa.

El asunto del excedente, que tanto revuelo alcanzó al principio de la crisis, parece amortizado. «El stock sigue siendo muy elevado y se reduce muy poco, y pese a todo se está construyendo, lo que deja entrever que se trata de un excedente que nunca saldrá», apuntaba Ángel Berges, de Analistas Financieros Internacionales.

Stock y alquiler

En la misma línea, Fernández-Aceytuno, dejaba muy clara su impresión de que «hay que dejar de mirar el stock. Debe pasar desapercibido. Aquí lo que hay que hacer es ver el mercado desde los ojos del que compra».

El alquiler sigue siendo el segmento olvidado. Casi nadie apuesta por él. Entre los promotores, prácticamente ninguno. Entre los que sí lo hacen está Solvia, la inmobiliaria de Banco Sabadell. Su director general de Negocio, Javier García del Río, entiende que, a la vista de lo que están demandando los clientes, resulta necesario potenciar y profesionalizar este mercado.

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