La protesta de las dependientas de Inditex en Galicia se extiende al País Vasco

Las trabajadoras de Zara en Guipúzcoa protestaron en marzo con reivindicaciones similares a las gallegas, donde Inditex aplicó mejoras en todas las provincias

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El año pasado, las trabajadoras de Bershka en Pontevedra protagonizaron dos movilizaciones, una por la recolocación del personal de dos tiendas de Vigo que Inditex decidió cerrar, y una segunda más intensa, durante más de una semana, para reclamar la equiparación de su salario con el de los establecimientos de A Coruña, donde las empleadas ingresaban más por determinados bonus pactados con la multinacional de Amancio Ortega.

Protestas similares se están produciendo ahora en el País Vasco. Las trabajadoras de las tiendas de Zara en Guipúzcoa protagonizaron en marzo una movilización impulsada por el sindicato ELA, mayoritario en el comité de empresa, reivindicando, fundamentalmente, mejoras en la conciliación en cuanto a horarios, jornada, libranzas y vacaciones, aunque también sobre cuestiones como la antigüedad.

El 85% de la plantilla está en tiendas

Inditex concentra el grueso de la plantilla, cerca de 172.000 trabajadores, en las tiendas, que ocupan a 149.500 empleados, de los que 112.000 son mujeres, según la memoria del último ejercicio del grupo. Uno de los problemas clave para la plantilla es que asumen jornadas parciales, en el caso de Guipúzcoa de entre 15 y 25 horas según los sindicatos, y con salarios muy alejados de los vigentes en el área de logística.

La protesta impulsada por el sindicato ELA fue rechazada por al menos una decena de trabajadoras, que en la concentración frente al principal establecimiento de la enseña en San Sebastián mostraron su oposición a la medida de presión. El conjunto de los puntos de venta emplea a unas 300 personas.

Contacto entre sindicatos

No es casual que la movilización llegase tras el éxito de la que se produjo en Galicia. No solo por las demandas comunes que pueda compartir la actividad sindical ante una problemática similar.  Tanto CIG como ELA admiten que están en contacto y que las mejoras que ahora se reivindican en el País Vasco guardan parecido con las que antes se conquistaron en Galicia.

En Bilbao, también con mayoría en el comité de ELA, se produjeron protestas por el cierre de la tienda de H&M en la plaza de Moyua. La multinacional sueca pretendía reubicar a una treintena de trabajadoras en otras provincias o, incluso, en Santander. El pasado martes, comité y empresa llegaron a un acuerdo para que los traslados fueran a los establecimientos de Bilbao. Exactamente lo mismo que sucedió con las trabajadoras de Bershka en Pontevedra.

Éxito en Galicia

La protesta en Galicia, impulsada por CIG, tuvo un notable éxito. Se demandaba un incremento de unos 120 euros mensuales a través de dos bonus, uno fijo de 80 euros y otro variable de 40 euros en función de la jornada.

La mejora que consiguió en primera instancia Bershka, se extendió después al resto de cadenas y al resto de provincias. Hace un mes se firmó el último que estaba pendiente, para las tiendas de Lugo, según informa la CIG. El efecto expansivo, al menos en la reivindicación, continúa ahora en el País Vasco.

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