Povisa elevó un 30% la remuneración del consejo antes del preconcurso

El hospital perdió 4,1 millones el año pasado, elevó un 2% su cifra de negocio y un 30% la retribución del consejo, donde están Silveira, su mujer y su hijo

José Silveira, el dueño de Naviera Elcano, junto a la conselleira de Mar, Rosa Quintana (izquierda) y la exministra de Pesca, Elena Espinosa (derecha) / EFE

José Silveira, el dueño de Naviera Elcano, junto a la conselleira de Mar, Rosa Quintana (izquierda) y la exministra de Pesca, Elena Espinosa (derecha) / EFE

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Povisa, el mayor hospital privado de Galicia, está en plena negociación con la Xunta para arreglar el agujero contable que, según denuncia, le está produciendo el concierto con el Sergas y que se ha traducido en reiteradas pérdidas en los últimos ejercicios.

En 2017, según las cuentas que acaba de depositar el hospital del empresario José Silveira en el Registro Mercantil, registró números rojos de 4,1 millones, mientras que el año anterior presentó un resultado negativo de 3,1 millones. Povisa, cuando justificó la solicitud de preconcurso y la necesidad de revisar el acuerdo con Sanidade, aludió a pérdidas de 5,4 y 4,3 millones, que no se corresponden con el resutltado final, pero sí son similares al resultado de explotación, el que mide la rentabilidad de la actividad al margen de extraordinarios e ingresos o cargas financieras. 

La remuneración del consejo de Povisa sube un 30%

No solo se incrementaron los números rojos el año pasado. También subió la partida destinada a la remuneración de altos cargos y consejo de administración hasta situarse en los 1,34 millones, un 10% más que en el año precedente.

La totalidad del incremento corresponde a las retribuciones del consejo, conformado por el empresario José Silveira y su familia directa, con asientos para su mujer, María Rosario Martín, y su hijo, José Bernardo Silveira. Completan el cónclave dirigente el traumatólogo Antonio Pintado García y el ex ministro José Manuel Otero Novas.

A los cinco miembros del consejo de administración destinó Povisa 800.825 euros, un 30% más que los 601.334 euros del ejercicio anterior. La retribución de la alta dirección del hospital, sin embargo, se rebajó hasta los 546.000 euros, cuando un año antes ascendía a 613.415 euros, aunque contaba con un miembro más, pues estaba conformada por ocho personas, mientras que a cierre de ejercicio eran solamente siete cargos.

El gasto en consejeros y alta dirección se colocó en cifras similares a las del ejercicio 2015, cuando teóricamente comenzó la crisis de Povisa. Aquel curso, también con un profesional más en la alta dirección, la partida ascendió a 1,48 millones, siendo 868.000 euros los recursos destinados a la remuneración de los consejeros.

Qué sería Povisa sin el Sergas

El incremento del gasto, fundamentalmente en medicación hospitalaria de dispensación ambulatoria que no es reembolsada por el Sergas, es el principal argumento del hospital para explicar las pérdidas, una crisis que arrancó en el ejercicio 2015, el primero completo tras la firma del concierto en septiembre de 2014. La partida de aprovisionamientos, efectivamente, se ha elevado hasta los 41,3 millones, frente a los 36 millones que gastaba Povisa tres años atrás.

La cifra de negocio creció también en el último trienio, con 99 millones en 2015, 104,2 millones en 2016 y 106,3 millones en 2017. De esta última cuantía, que sostiene una plantilla de 1.300 trabajadores, 82,8 millones proceden del concierto con el Sergas, 2,2 millones más que en 2016. Dicho de otra manera, el 78% de los ingresos de Povisa proceden de los servicios al sistema público de salud. Sin esta actividad, el hospital facturaría menos de 25 millones.

La deuda previa al preconcurso

Povisa, integrado en el grupo Nosa Terra 21, también propietario de la naviera Elcano, cerró su último ejercicio con un pasivo de 23 millones y poca deuda bancaria, situada en los dos millones de euros. De hecho, la empresa plantea en su memoria una negociación con la banca para obtener liquidez ante las dificultades para continuar con la actividad. El hospital explicó que agotó sus reservas para mantenerse operativo a la espera de una respuesta de la Xunta. Está sería la razón última del preconcurso pues, según explicó la empresa, ya no pudo hacer frente al último pago del IRPF.

La empresa de José Silveira acometió diversas reducciones de capital hasta dejar al mínimo las acciones propias, pues amortizó autocartera para ejecutar estas operaciones. La última reducción de capital ascendió a 626.625 euros y dejó solamente 178 títulos en autocartera, un 0,04% del total.

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