Pórtico deja de pelear y asume la liquidación

La firma gallega de decoración solicita su disolución tras superar el concurso de acreedores y llegar a un acuerdo con el Fogasa y con Hacienda

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La dirección del grupo de decoración Pórtico ha trasladado a los trabajadores su decisión de ir a la liquidación, que ya ha sido aceptada por el juzgado. Alega la falta de crédito para continuar su actividad, después de meses de negociaciones, de superar un concurso de acreedores y de llegar un acuerdo con el Fogasa y con Hacienda para evitar su desaparición.

Fuentes del comité de empresa han mostrado su sorpresa por el anuncio de la firma que, en su opinión, “no ha dado explicaciones claras”. “Dicen que calcularon mal, que se gastaron el dinero de los inversores y que ahora no les dan crédito los bancos”, explica el presidente del comité, David Vales.

Casi 200 empleados

En la actualidad, la plantilla de Pórtico ascienda a 163 empleados, a los que habría que sumar los trabajadores de dos auxiliares que traban en el grupo (Silomundo y Logística Balboa), lo que elevaría los afectados por la liquidación de la compañía a casi 200. Además, hace ya casi un año que la firma pontevedresa despidió a otros 200 empleados y aplicó regulaciones temporales al resto, además de rebajar los sueldos.

El comité de empresa sostiene que la liquidación de Pórtico es resultado de “una mala gestión”, puesto que la empresa “logró el apoyo de todos, de Hacienda, de la Seguridad Social y de los acreedores” para poder salir adelante, y “lo han tirado todo por la borda después de más de un año de lucha”.

Venta de Dayaday a Tous

Los trabajadores esperan ahora que la administración concursal se ponga en contacto con ellos para conocer cómo se va a producir la liquidación, «quién va a comprar esto, si se venderá por partes, qué deudas hay, etc.»

En junio de 2013, el juzgado de lo mercantil número 2 de Pontevedra declaró la entrada en concurso de acreedores de Pórtico y de su filial Dayaday (que posteriormente fue adquirida por Tous), que tenían una deuda de unos 55 millones de euros. Un año después, tras llegar a un acuerdo con los acreedores y con una quita del 50%, la firma logró salir del concurso.

Acuerdo con Fogasa

Sin embargo, sus problemas no se terminaron, porque tenía deudas con Hacienda y con los trabajadores. La empresa, que tenía acuerdos con inversores para una ampliación de capital por 2,5 millones de euros, logró llegar a un acuerdo para aplazar el pago de la deuda con el organismo público.

Asimismo, en agosto de este año, llegó a un acuerdo in extremis con el Fondo de Garantía Salarial para que adelantase el pago de la deuda con los trabajadores (unos 3,3 millones de euros), para lo que hubo que poner como aval, además de terrenos, el valor de la propia marca. En aquel momento, los directivos de la empresa habían anunciado que ese acuerdo permitiría «mantener la actividad y el empleo».

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