Pontevedra tiene la llave de la nueva patronal 

La postura de Cebreiros, que mantiene una buena relación con Fontenla, será clave para decidir el sucesor de Dieter y abrir o cerrar la puerta a Pérez Canal; una parte de los empresarios lanzan la propuesta de una presidencia rotatoria 

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El discurso de la Confederación de Empresarios de Galicia se centra actualmente en resolver los problemas de viabilidad de la institución, que en poco más de dos meses debe buscar solución a sus problemas financieros, encontrar crédito para sostener la red de oficinas en el exterior y los gastos del día a día y decidir si presenta o no un contencioso administrativo contra el Igape.

Pero en el mismo periodo de tiempo, según marcan los estatutos, también tiene que afrontar la renovación de su cúpula, después de la dimisión del ex presidente Antonio Dieter. Aunque nadie se ha postulado, pues los líderes provinciales que pilotan la CEG no quieren desviar la atención de las urgencias financieras de la institución, todo hace indicar que la postura de Jorge Cebreiros, presidente de la patronal pontevedresa, determinará en gran medida las candidaturas. Más todavía después de que Antonio Fontenla anunciara que no optará a la presidencia, como tampoco hizo en las pasadas elecciones.

El juego de los apoyos

Cebreiros tiene dos cosas de las que carecía hasta hace relativamente poco. Ha normalizado las relaciones con A Coruña tras los años de enfrentameinto frontal entre Alvariño y Fontenla. Y su cargo está avalado por el Juzgado de Primera Instancia número 1 de Vigo, después de la denuncia de pucherazo realizada por varias sectoriales en las elecciones que lo encumbraron a la presidencia de la Confederación de Empresarios de Pontevedra.

Si decidiera presentarse, acabaría con las posibilidades de José Manuel Pérez Canal, presidente de los empresarios de Ourense, pues éste, que no tiene el apoyo de Fontenla ni de una parte de su confederación, perdería también el respaldo que le dio en las pasadas elecciones Cebreiros. Y si ni Pérez Canal ni Fontenla se presentan, el único presidente provincial que queda es el de Pontevedra, a pesar de tener a bastantes sectoriales en contra (Asime, Aceca, AJE-Vigo o Asetranspo, entre otras) .

Las alternativas

Las alternativas a Cebreiros o a quien decida apoyar el presidente de la patronal pontevedresa pasan por que las sectoriales o algún líder provincial impulse a un candidato. Pero son escenarios difíciles. La experiencia de Antonio Dieter, que reconoció las dificultades para conciliar en el comité ejecutivo los distintos intereses de las provinciales, desaconseja probaturas en un escenario de urgencia.

En este clima, algunos empresarios lanzaron la posibilidad de articular una presidencia rotatoria, evitando unas elecciones inmediatas. Sin embargo, esta fórmula requeriría modificar los estatutos, una tarea complicada de abordar en la situación actual de la institución. Hay directivas provinciales que no ven con buenos ojos esta fórmula y otras que son favorables a explorarla, según las fuentes consultadas.

Partido a partido

Cebreiros, que asegura estar dispuesto a hablar de cualquier fórmula o modelo para elegir la dirección de la patronal, en realidad no quiere saber nada de futuros candidatos a presidente de la CEG. «Si empezamos a pensar en un proceso electoral o en la modificación de estatutos vamos a perder de vista el verdadero objetivo, que es salvaguardar la organización», zanja. «Esto es como un Grand Slam. Si Nadal está pensando en el siguiente partido, seguro que pierde el que está jugando», insiste.

La consigna de los líderes provinciales es centrarse en la viabilidad de la patronal y dejar de lado las batallas palaciegas. «La bola de partido está en conseguir financiación, reestructurar y conseguir estabilidad», reitera Cebreiros, que asegura que la relación con la Confederación de Empresarios de A Coruña está presidida por la cordialidad y que agradece a Fontenla que le facilitara participar en las instituciones de los empresarios.

Las urgencias

La «financiación, reestructuración y estabilidad» a las que alude Cebreiros para el futuro de la CEG tienen tres puntos urgentes. Antes de final de año hay que negociar con la Xunta la renovación de la red Pexga, el programa de oficinas de internacionalización en el exterior, sobre el que el propio Gobierno gallego alberga dudas respecto a su eficiencia.

El problema de la patronal es pagarlo. Requiere una liquidez de entre unos 150.000 y 170.000 euros cada dos meses, ya que la CEG corre con los gastos hasta que el Igape comprueba las facturas y cubre los gastos del servicio. Para sostener el programa, así como los gastos del día a día, la patronal necesita llegar a un acuerdo con los bancos para obtener crédito y refinanciar la hipoteca de su sede. Este sería el segundo punto a resolver de inmediato.

El tercero, presumiblemente también antes de que finalice el año, será decidir si se abre un contencioso administrativo contra la Xunta por los 600.000 euros de la red Pexga que se niega a costear al considerar que las facturas remitidas por la CEG no están bien justificadas. Hasta la fecha se ha abierto un recurso de reposición que, presumiblemente, será rechazado.

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