Pinchazo de Alcoa en la subasta eléctrica

La multinacional pierde gran parte de los incentivos que le permitían cuadrar las cuentas en las plantas de A Coruña y Avilés

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Alcoa vuelve a antiguos escenarios. La multinacional logró un rotundo éxito el año pasado en la subasta de interrumpibilidad, las primas que reparte el gobierno a los grandes consumidores a cambio de desconectarse del sistema en momentos de exceso de demanda, un modelo que permite subvencionar a las compañías abaratando los elevados costes energéticos en España.

La aluminera logró el año pasado los mayores incentivos, los bloques de 90 megavatios, para su fábrica de A Coruña, para la de Avilés y tres más para la de San Cibrao (Lugo). Sin embargo, en la subasta celebrada el lunes y martes de esta semana los resultados han sido “significativamente” peores, reconocen en la compañía.

Los mayores incentivos, para San Cibrao

Aunque Alcoa no desvela los bloques obtenidos, las fuentes consultadas aseguran que tanto el centro de A Coruña como el asturiano se quedan sin los grandes incentivos y solo han podido acceder a bloques menores, de manera que la remuneración que obtendrá del servicio de interrumpibilidad será notablemente inferior.

En el caso de San Cibrao, tampoco se consiguió bloque de 90 megavatios para la planta de alúmina, informa EFE. Es un mal menor, pues tiene un menor consumo que la más intensiva planta de aluminio. Para esta sí que habrá importantes primas, tres bloques de 90 megavatios.

Cinco meses más de incertidumbre

Alcoa, que no confirmó estos datos, aseguró que “comenzará a analizar la situación y el impacto que tendrá el coste energético en la producción”. Tanto en 2014 como en 2015, la compañía abrió la puerta a un posible cierre o venta de las factorías debido a los costes energéticos y a resultados insatisfactorios en las subastas de interrumpibilidad.

La factura eléctrica supone cerca del 40% del gasto de las plantas. A Coruña, pese a los bloques de 5 megavatios obtenidos, y Avilés, son las que más dificultades tienen para obtener rentabilidad.

La ventaja de la última subasta es que el Gobierno la consideró de transición, válida para un periodo de 5 meses. Posteriormente, si las previsiones se cumplen, se realizará una segunda con un nuevo sistema que, por el momento, no se ha dado a conocer. En consecuencia, Alcoa operará con menores primas que el pasado año, pero durante un periodo más corto. 

Ferroatlántica, satisfecha pese a todo

En el caso de Ferroatlántica, que también peleaba en la subasta, las primas obtenidas se antojan suficientes. La compañía de Villar Mir logró para el complejo de Cee y Dumbría un bloque de 90 megavatios y dos bloques menores. En el caso de Sabón (Arteixo), consiguieron entre «diez y once» bloques de 5 megavatios, según las fuentes consultadas. El balance arroja un resultado similar al del año pasado, aunque con una remuneración más baja. 

En todo caso, la compañía está revisando sus operaciones en Galicia tras el rechazo de la Xunta a la segregación de las centrales eléctricas, paso previo a la venta que pretendía el grupo. 

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