El 40% de Pescanova, en manos del Sabadell y Caixabank

Banco Sabadell, propietario de Banco Gallego desde 2013, es el primer accionista de Pescanova, con casi un 24%

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Dos crisis, una bancaria y otra empresarial, coincidieron prácticamente en el tiempo para hacer del Banco Sabadell un operador determinante en el mercado gallego. Si su presencia hasta entonces era muy activa a través de su propia red en lo que respecta a la financiación de empresas, la quiebras del Banco Gallego, primero, y las derivadas de la caída y reestructuración de Pescanova, después, han hecho de la entidad presida por Josep Oliú uno de los grandes actores del mercado financiero gallego, siempre a distancia de Abanca y del Popular-Pastor.

En abril de 2013, mientras todos los ojos estaban puestos en la crisis de Novacaixagalicia, que a finales de ese mismo año acabaría en manos de Juan Carlos Escotet y su socios, la caída del Banco Gallego fue resuelta en un abrir y cerrar de ojos. Otra operación acordeón, que acabó en los tribunales, hacía saltar por los aires la estructura accionarial de la histórica entidad, que pasaría a ser nacionalizada y posteriormente vendida por un euro a Banco Sabadell.

La crisis del Gallego

Los grupos familiares vinculados a Epifanio Campo, Juan Manuel Urgoiti o los Ungría y otros accionistas relevantes del Gallego veían cómo ya no había sitio para ellos en el capital de la entidad. El motivo: hicieron falta unas ayudas públicas de 325 millones para sanear el balance. El Sabadell ponía un euro tras la inyección previa de 245 millones de euros por parte del FROB para completar su saneamiento. El fondo estatal ya había aportado otros 80 millones en la que un día fue filial de Novagalicia, heredada del control que ejercía Caixanova.

Cuando aterriza en el Gallego, el Sabadell pasó a sumar en Galicia el 7% de las oficinas, pero solo el 4% en créditos y depósitos. El objetivo era alcanzar una cuota de negocio del 8%. Y en ello están, ahora desde Barcelona, pero con sede social en Alicante, tras la crisis derivada del proceso soberanista.

El control de Pescanova

Otra carambola hizo del Sabadell un actor determinante en la crisis de Pescanova. Por créditos y financiación extra concedida a la multinacional gallega en su día por la CAM, que acabó en manos de la entidad de Oliú, el banco catalán se convirtió en mayor acreedor del grupo en plena crisis, cuando reventaron todas las costuras tras la gestión de Manuel Fernández de Sousa. Nada menos que 200 millones de euros debía Pescanova al Sabadell cuando presenta concurso de acreedores.

La deuda de Pescanova con el Sabadell cuando presentó concurso alcanzaba los 200 millones de euros

Este mismo año se ha cerrado la reestructuración de la compañía gallega, que ha culminado con el Sabadell como primer accionista de Nueva Pescanova después de que la compañía aprobase una ampliación de capital por 135 millones de euros. La ampliación se realizó por compensación de créditos de los acreedores, que capitalizan deuda por 340,3 millones de euros. De esta forma, los principales acreedores de la multinacional gallega se convierten en sus accionistas. Sabadell controla ahora el 23,8% del capital del grupo vigués, seguido de Caixabank, con el 15,3%. Más del 39% de la empresa gallega está en manos de dos grupos financieros en plena mudanza.

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