Pemex deja de ser Pemex: México renuncia a exportar petróleo

La petrolera destinará el total de su producción a la demanda interna en 2024 por la pérdida de valor del crudo y las carencias estructurales de Pemex

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Mucho ha cambiado la vida para la petrolera mexicana Pemex desde aquel 2013 en el que compró el 51% del astillero vigués Barreras y prometió barcos a montones para reflotar el deteriorado sector naval gallego, que no levantaba cabeza desde la crisis económica. La compañía es hoy la petrolera más endeudada del mundo, varios de sus antiguos altos cargos están salpicados por casos de corrupción y tiene previsto abandonar la exportación de crudo en 2024, lo que no parece que vaya a ayudar a saldar cuentas con sus acreedores.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció esta semana que, a finales de su mandato, la paraestatal apostará por la “autosuficiencia” y dejará de vender petróleo al extranjero. Dicho de otra manera, destinará toda su producción a la demanda interna para dejar “reservas de crudo a futuras generaciones”, dijo López Obrador.

Aunque este plan se combina con una apuesta por las renovables, apuntó el presidente, los expertos consideran que se trata de un ajuste a la propia realidad de la petrolera, que arrastra importantes problemas estructurales y de mercado.

Problemas de demanda

«Lo que estamos viendo ahora es un poco curarnos en salud. Estamos curándonos en salud diciendo que ya no vamos a exportar petróleo cuando la realidad en un futuro muy cercano es que ya nadie va a querer nuestro petróleo«, explicó Daniel Chacón, experto en energía de la plataforma Iniciativa Climática de México.

Argumenta que Pemex produce un crudo muy alto en azufre, lo que no lo hace «apetecible en un mundo donde cada vez se use menos» este material, además de destacar la falta de inversión e innovación en la compañía.

Falta de inversiones

En línea con esta valoración, otro de los males que se atribuyen a la petrolera es la falta de inversiones. Así lo considera el consultor energético Gonzalo Monroy, quien alega que el plan de López Obrador para la compañía “no funcionó”.

“Lo que pretendía era prácticamente un desarrollo acelerado: llevar 20 campos de rápido descubrimiento rápidamente a producción», detalló Monroy, un proceso que lleva de 2 a 4 años y que el mandatario quería reducir a 8 meses, «un hito, literalmente».

De esos 20 campos, en la actualidad hay 16 aprobados y solamente 6 produciendo; el objetivo de barriles diarios para el último año de mandato, 2024, también se ha reducido: empezó en 2,6 millones y ya está en 1,7 según se desprende del último informe de gobierno.

Cómo se paga la deuda sin vender petróleo

Perder los ingresos que supone la venta de crudo, que en el primer trimestre de este año supusieron para Pemex y por ende para el Estado 20.277 millones de dólares, sería un nuevo problema para cubrir la deuda de más de 107.000 millones de dólares que arrastra la petrolera.

«Aproximadamente un 80 % de la deuda está en moneda extranjera y solamente un 20 % en pesos mexicanos. Así que en este caso, que Pemex tuviera sus ingresos en pesos y una deuda en dólares, la dejaría en una gravísima exposición de riesgo cambiario«, advirtió Monroy.

El otro punto crítico: refinerías en mal estado

No es el único problema del plan de López Obrador. Al menos seis refinerías de Pemex están operando por debajo del 40% de su potencial debido a su mal estado. López Obrador está impulsando la recuperación de esas refinerías con reformas y compra de materiales, además de poner en marcha la construcción de la refinería de Dos Bocas, al sureste del país, que debería estar terminada en 2022 con una capacidad de procesar 1,5 millones de barriles diarios.

Sin embargo, aseguró el consultor energético, se necesitan 5.000 millones de dólares (más los 8.000 a invertir en Dos Bocas) para que las refinerías funcionen al 80 % de su capacidad.

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