Pemex activa un despido masivo de 3.000 trabajadores

El dueño de Barreras prevé recortes y prejubilaciones en todas las áreas en un proceso que estará tutelado por el Gobierno mexicano

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El recorte presupuestario de Pemex para intentar corregir unas cuentas muy deterioradas, con 15.600 millones en números rojos a cierre de ejercicio, sigue dando quebraderos de cabeza a la petrolera. Los trabajadores han convocado en varias regiones movilizaciones para el 18 de marzo, fecha en la que se cumple el 77 aniversario de la expropiación petrolera en México, cuando el Estado tomó el control de la industria que operaba en el país a golpe de decreto.

El principal foco de conflicto para Pemex está en el Estado de Veracruz. La Alianza Nacional Democrática de Trabajadores Petroleros cifró en 3.000 los despidos previstos para este marzo en una de los enclaves urbanos más importantes de México. Ante esta situación, que se suma a otros recortes contractuales, los trabajadores han impulsado un paro frente a la refinería, que tiene como segundo objetivo movilizar a los obreros del resto de regiones donde opera Pemex.

8.000 trabajadores en peligro

El dueño de Barreras acordó a finales de febrero con el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) un programa de reducción de gasto que incluía «medidas de productividad, eficiencia y manejo de personal que impactarán directamente el gasto en servicios personales de todos los trabajadores». Así lo explicó Pemex, sin aclarar más. Achaca a las vacas flacas de su balance de cuentas y a la caída en los precios del petróleo el tijeretazo, según fuentes sindicales.

En todo caso, el ajuste presupuestario, de 3.500 millones de euros, tiene en vilo a un total de 8.000 trabajadores, que están integrados en las distintas secciones del sindicato y en edad de prejubilarse. Pemex contaba a cierre del pasado año con 154.000 trabajadores en todo el país, entre sindicados y de confianza. Este primer recorte es solo una estación en el proceso de ajuste.

De ahí las protestas, que todavía no han concitado la unión de todos los trabajadores ni el respaldo de la dirección del principal sindicato en Pemex. Juan Carlos Chávez, líder de la Alianza Nacional Democrática de Trabajadores Petroleros, proclamaba esta semana ante los medios: «Nos vamos a movilizar en todo el país porque ya no existe una razón para celebrar la expropiación petrolera, cuando vemos al Gobierno federal que lleva a Pemex a la privatización, cuando estamos observando los despidos masivos, cuando el petróleo dejará de ser patrimonio de la nación».

Recortar por donde sea

Las primeras salidas se producirán en los complejos petroquímicos de Cangrejera, Pajaritos y refinería Lázaro Cárdenas, en Veracruz. La petrolera tan de moda en Galicia, prevé prescindir también de secretarias, enfermeras, administrativos, técnicos y auxiliares de oficina.

Será el propio Gobierno mexicano quien medie en el proceso y quien tenga la última palabra sobre al adelgazamiento de Pemex.

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