Parte de la banca acreedora apuesta ya por la liquidación de Pescanova

Varias entidades barajan también presentar una tercera propuesta para hacerse con el control de la compañía, con quitas mucho menores

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Posiciones enfrentadas en la banca acreedora acerca del futuro de Pescanova. Este martes, las principales entidades atrapadas en la deuda de la pesquera se reunieron, una vez más, para analizar las ofertas presentadas para hacerse con el control de la empresa presidida por Juan Manuel Urgoiti.

Y una vez más, tras horas de deliberaciones, no se llegó a una decisión concluyente. Sobre la mesa hay, al menos, dos opciones en firme. La de Damm, junto a los fondos Luxempart, KKR y Ergon Capital y la de Centerbridge y Blue Crest, que cuenta con el aval de Deutsche Bank. Ninguna de ellas convence por completo a la totalidad de la banca acreedora. Una plantea una quita sobre la deuda que puede llegar al 92% y otra un descuento de hasta el 80%. Es por eso que algunas de las financieras más endeudadas, tanto nacionales como extranjeras, barajan ya la liquidación de la compañía. Argumentan que recuperarían más con la venta de los activos del grupo.

¿Liquidación?

Según fuentes financieras, ni Banco Popular, ni Sabadell, Novagalicia y Caixabank estarían a favor de dejar que la multinacional pesquera fuese liquidada, una opción que sí estudian las otras entidades expuestas a la deuda del grupo gallego y que rechazan de pleno las elevadísimas quitas que proponen los aspirantes a hacerse con el control de la compañía.

Las mismas fuentes reconocen que, no obstante, en el futuro de Pescanova la última palabra está en manos de la administración concursal. Según publicó Cinco Días este martes, Deloitte habría dado un nuevo ultimatum a la banca que, precisamente, pasa por liquidar la entidad gallega si no se llega a una solución inmediata.

Una tercería vía

Al mismo tiempo que la liquidación se convierte en una opción para algunos de los bancos, varias de las entidades acreedoras que conforman el steering committe también analizan la posibilidad de plantear una tercera oferta para hacerse con el control de Pescanova. Esta pasaría por una quita de alrededor del 60% y una inyección de 250 millones de euros en dos fases. Eso sí, tendrían que convencer a más acreedores, para aglutinar el 51% del pasivo y poder así decantar el convenio de acreedores.

Lograr el acuerdo unánime de la banca entorno al futuro de Pescanova se antoja complicado, quizás demasiado para los tiempos que contemplan los administradores concursales. «No va a haber una propuesta unánime de la banca nacional y la extranjera, cada una va por su camino», sostienen las fuentes consultadas por este medio.

Ejemplo de ello fueron las negociaciones del pasado verano entre las principales entidades atrapadas en Pescanova con el fin de inyectar el crédito urgente de 56 millones que necesitaba la compañía para afrontar gastos corrientes. BBVA y Santander fueron de los acreedores españoles más reacios a participar en esta inyección económica, aunque finalmente lo hicieron. Por otro lado, Deustche Bank fue uno de los bancos que finalmente se retiró.

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