¿Papeles de Panamá? Pescanova extendió su red por diez paraísos fiscales

Tanto la propiedad del grupo como las operaciones ficticias para hinchar los resultados de la multinacional han pasado por todo un mapamundi de plazas "off  shore"

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Caimán, Delaware, Luxemburgo, Bermudas, Panamá, Suiza, Islas Vírgenes británicas, Jersey, Madeira, Angola y hasta Uruguay… Todo un mapamundi de opacidad. La relación de Galicia con los paraísos fiscales tiene un antes y un después que encarna con detalle la crisis de Pescanova. La relación de Manuel Fernández de Sousa-Faro, ex presidente y todavía accionista significativo de la multinacional, con sociedades «off shore» radicadas en las Islas Vírgenes, como desvelan los denominados «papeles» de Panamá, no es nada si se echa la vista atrás, solo unos años, y se repara en la pléyade de paraísos fiscales vinculados a la compañía. 

En determinados momentos fueron las plazas opacas, como Luxemburgo, Delaware e Islas Caimán, las que sirvieron para ocultar parte de la propiedad de determinados accionistas de la compañía de Chapela. Incluso actualmente, uno de los fondos que controlan hasta un 5% de la compañía, Silicon Metals Holding, que ve como la banca quiere reducir su participación junto con la de otros accionistas, declara su paquete en la compañía desde Delaware, plaza «off shore» por excelencia de EE UU.   

De Delaware a Luxemburgo

Entre otras ventajas, este estado ofrece exención total de impuestos para la empresas que se domicilien y que no realicen ninguna actividad en Estados Unidos y, además, no existe obligatoriedad de informar sobre la identidad de los accionistas en los registros. 

Desde Luxemburgo realizó el propio Fernández de Sousa oscuras transacciones, como acreditó el informe forensic que en su día él mismo encargó a KPMG. De Sousa utilizó paraísos fiscales para controlar Pescanova tras la salida de las cajas gallegas del capital de la compañía. La firma Pescahold, domiciliada en Luxemburgo y administrada por el presidente y su hijo Pablo, intermedió en una venta por 29 millones entre Novacaixagalicia y el fondo Luxempart. El consejo no estaba informado de estas transacciones.  

Y en plena crisis de la compañía, Fidelity International Limited, un fondo de inversión ubicado en Bermudas pero gestionado desde la ciudad tejana de Kingswood, comunicó a la CNMV su entrada como accionista en Pescanova. El fondo se llegó a hacer con un 1% del capital de Pescanova a través de la compra de 23.000 acciones 

Entre Panamá y Suiza

Si de algo sirvió el informe forensic fue para revelar toda una trama de sociedades aparentemente no pertenecientes al grupo pero que formaban parte de una estructura paralela. Este tipo de operaciones quedan divididas por los auditores de KPMG en dos grupos. Por un lado, las firmas «cuya dirección, control y ejecución es directamente llevada a cabo por personal de Pescafina», filial de la compañía, entre las que se encuentran Stations International Coporation y Grantway International Corporation (ambas con sede en Panamá), Associçao Pesqueira Edipesca (Angola) y las uruguayas Caribbean Shrimp Corporation, Dewinland Trade y Gamestar.

De acuerdo con KPMG, en el segundo grupo estarían las sociedades «sobre las que el grupo Pescanova ejercía influencia y daba órdenes directas de emitir facturas contra sociedades del grupo y realizar el pago a otras». En este ámbito se encuentraban la sociedad anónima Omero (Suiza) y Sand Castle Marine Ventures Ltda. (Islas Vírgenes británicas).

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