Palacio de la Ópera y Cantones Village hacen un roto de 7 millones a Collazo

La sociedad que gestiona ambos proyectos, armados con subvenciones millonarias de Xunta y Concello, acumula ejercicios en rojo mientras prepara la transformación del centro comercial

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El negocio de los centros comerciales de A Coruña ha ido dando tumbos en los últimos años, como puso de manifiesto la caída de Dolce Vita y la eclosión de las instalaciones vecinas de Marineda City. José Collazo, promotor junto a Manuel Jove, José Souto y Modesto Fernández del complejo de A Grela, no ha estado libre de sobresaltos en la materia. Fomento y Desarrollo Turístico, la sociedad adjudicataria de la concesión del Centro de Ocio, rebautizado como Cantones Village, y del Palacio de la Ópera acumula ejercicios en rojo, que tocaron techo en 2013 cuando cerró el curso con pérdidas de 6,8 millones. El año anterior fueron 1,1 millones.

La empresa está controlada por el holding de la familia Collazo, Comar Inversiones y Dirección de Empresas, a través de otra filial, Arellana de Servicios e Inversiones, la encargada de comprar a la corporación industrial de Novagalicia el 25% que le restaba para hacerse con todo el capital. La operación se cerró el 31 de octubre de 2013 y el magnate del juego conformó una tríada dorada en pleno corazón coruñés, con el Casino Atlántico, Cantones Village y el Palacio de la Ópera bajo su gestión. Sin embargo, no le acompañaron los mejores tiempos. Los resultados del casino, como casi todo el sector tradicional –al margen de apuestas deportivas y canal online– fueron en declive y el cierre de locales del centro comercial persistió por la caída del consumo y la fuga hacia otras grandes superficies que el propio Collazo ayudó a construir.

Subvenciones ‘a saco’ en el arranque

La concesión otorgada por la Autoridad Portuaria de A Coruña en 2001 incluye la explotación del Palacio de Congresos y del centro comercial, que estuvo bajo la batuta durante unos años de la malograda Superco, que quebró definitivamente en 2013 –la gestión volvió a Comar antes, en 2010–. La construcción del complejo estuvo arropada por millonarias subvenciones de Xunta, Ayuntamiento y Estado, que allanaron el camino para el acelerado modelo de desarrollo comercial de A Coruña.

El Gobierno gallego aportó 10,8 millones para la construcción de El Puerto Centro de Ocio, y el Ayuntamiento otros 3 millones en concepto de subvenciones, que se sumaron a los 1,17 millones que puso la Autoridad Portuaria para financiar las obras. En el caso del Palacio de Congresos y de la Ópera fue el propio Casino Atlántico, es decir, Comar, quien aportó una subvención de 2,7 millones para su construcción. La gestión del Palacio de la Ópera, a diferencia del centro comercial, es una concesión otorgada por el Ayuntamiento.

Cabreo en la carretera

Cantones Village afronta una nueva transformación para salir del bache que pasará por potenciar el negocio del ocio nocturno, el que se ha mostrado más sólido en los últimos años, mientras que otros locales, como VIPS, ya han anunciado su salida del complejo. Las obras cogerán a Comar molesto por el trazado que han dejado las obras del túnel de la Marina, que han transformando en un espacio de tránsito para coches un tramo de paseo para potenciales clientes, además de romper la conexión entre el Casino Atlántico y el complejo comercial.

 


En el último balance de resultados presentado en el Registro Mercantil, la sociedad concesionaria, Fomento y Desarrollo Turístico, presentó un fondo de maniobra negativo de 1,6 millones.

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