Ourense también podría quedarse sin cines

Ábaco-Cinebox entra en liquidación pero mantendrá la programación los próximos meses

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Tras el cierre de los Cinebox Vialia de Pontevedra, Ourense podría convertirse en la siguiente capital gallega que bajara el telón de sus salas cinematográficas. Ábaco-Cinebox, la empresa valenciana que gestiona las salas del centro comercial Ponte Vella, ha solicitado la pasada semana en el juzgado la liquidación de la compañía, azotada por la falta de liquidez y una creciente deuda, que la obligó ya en 2007 a suspender pagos para hacer frente al vencimiento de un crédito de 60 millones de euros.

Cinebox Ourense es la única multisala con programación diaria en la capital das Burgas, después del cierre de la última sala activa del empresario ourensano Benito Álvarez, los cines Duplex, que ofrecieron su pase final en 2007.

Así se gestó la crisis de Ábaco-Cinebox

La caída de Ábaco se remonta al 2006. La empresa valenciana, que controlaba 10 salas en el Estado, vio la oportunidad de ampliar su negocio con la entrada de un fondo de capital riesgo, Mercapital, que acometió recientemente un proceso de fusión con N 1. Compró Cinebox, llegando a controlar 40 cines.

Al año siguiente, el Grupo Ábaco, en el que ya estaba integrado Cinebox, presentó concurso de acreedores, al no poder hacer frente a una deuda de 60 millones de euros derivada de la operación para comprar Cinebox.

Hacia la liquidación

Grupo Ábaco salió del concurso de acreedores en 2011, con un plan de viabilidad sobre la mesa que, de nuevo, naufragó. La deuda creció a medida que bajaban los ingresos por taquilla y subían los precios de las entradas. Según la empresa, la media de espectadores en lo que va de año ha descendido un 25% con respecto a 2012.

La compañía achaca estas cifras a la subida en los precios de las entradas, única solución que encontraron para evitar el cierre en los últimos años, al aumento de la oferta audiovisual en televisión, a la subida del IVA cultural al 21% y a la piratería.

En cualquier caso, la taquilla cayó y la deuda por alquileres y con proveedores aumentó. Finalmente, la semana pasada el grupo decidió presentar en un juzgado de Valencia la petición de liquidación.

Abiertos, a medio plazo

El juzgado aún no ha aceptado esta petición, aunque la previsión de la compañía es que lo haga en breve. A partir de aquí, el procedimiento habitual es que se ponga a la venta el circuito de cines, cada uno indiviudalmente. De no encontrar comprador, se ofrecerán a los centros comerciales, como en el caso del ourensano Ponte Vella, para que asuman su gestión a cambio de la deuda por el alquiler del espacio.

Durante este proceso, que se prolongará durante meses, Ábaco-Cinebox afirma que mantendrá las salas abiertas. De hecho, asegura que está centrando su trabajo en asegurar los estrenos semanales.

Daños colaterales

En el caso de Ourense, uno de los afectados es el Cineclube Padre Feijóo, que utilizaba las salas para proyectar las películas de su programación semanal. El convenio con Ábaco-Cinebox incluía un reparto en la taquilla del cine, que también se ha convertido en deuda.

Según informan en el cineclube, Cinebox les debe tres meses de taquilla, en torno a 6.000 euros.

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