Otro ‘pufo’ de Hércules de Armamento deja la concesión de la Fábrica de Armas en el aire

La concesionaria no ha hecho efectivo el pago del canon correspondiente a la tercera anualidad, por lo que Defensa se ha visto obligada a ejecutar nuevamente el aval

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El futuro de Hércules de Armamento y de la actividad industrial en la Fábrica de Armas de A Coruña está totalmente en el aire. Cuando se han cumplido ya dos años desde que el Ministerio de Defensa otorgó la concesión a la empresa que preside Ramón Mejuto, el balance es desolador. Tanto, que el departamento que ahora dirige Dolores de Cospedal tiene argumentos más que fundados para retirarle definitivamente la concesión.

Precisamente, la toma de posesión del nuevo Gobierno y los cambios en el ministerio están retrasando una decisión que ya se coció en la reunión de la comisión de seguimiento del pasado 2 de noviembre, a la que Hércules de Armamento llegó nuevamente sin abonar la anualidad del canon, por lo que Defensa se verá otra vez en la obligación de ejecutar el aval que depositó la empresa en su día para cobrar parte de lo que se le adeuda.

Salvado sobre el papel

El año pasado por estas fechas, Mejuto logró salvar los muebles sobre el papel, aunque la situación ya era complica entonces. El Ministerio, que ya le había retirado la autorización para fabricar armas por la falta de seguridad en las instalaciones –Segur Ibérica abandonó porque le adeudaban casi medio millón de euros–, decidió darle entonces un plazo de gracia, en el que el empresario se comprometía a sumar al proyecto un socio industrial que todavía hoy no ha llegado.

En esta ocasión lo tiene más difícil. Aparte de que sigue sin socio, sin proyecto y sin actividad, como pone de manifiesto su exigua facturación, ya no cumple con el requisito de mantener durante tres años a una plantilla de al menos 155 trabajadores indefinidos, como tampoco lo hace en lo que a volumen de fabricación de armas se refiere.

Actividad en los juzgados

En la factoría apenas hay movimiento. El grueso de la actividad se centra en los juzgados, donde Ramón Mejuto tiene varios frentes abiertos, principalmente demandas por impago de ex trabajadores.

Por su parte, el comité de empresa, creado este mismo año, no se ha movilizado para denunciar la precaria situación de los empleados, que en algunos casos llevan más de un año sin cobrar. Solamente lo ha hecho para pedir a la Xunta que garantice sus puestos de trabajo.

Dictamen

Ha pasado un año desde el último examen de Defensa a la concesionaria de la Fábrica de Armas. Más de 365 días en los que las deudas con la masa laboral, la Seguridad Social y otras administraciones se han ido haciendo más y más grandes, colocando a la empresa en una difícil situación económica que, aún obteniendo un dictamen favorable, haría prácticamente imposible que llegase a soplar su tercera vela.

La pelota está ahora en el tejado del ministerio. La resolución de la comisión de seguimiento, pendiente únicamente de hacerse oficial y que podría suponer la retirada de la concesión a Hércules de Armamento, será uno de los temas que tendrá que despachar en los próximos días el nuevo secretario de Estado de Defensa, Agustín Conde, nombrado en el consejo de ministros del pasado viernes.

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