Navantia perdió 28 millones en 2014 y su dueño, la Sepi, el triple

La sociedad que preside Ramón Aguirre se felicita por el incremento de la contratación en el grupo de astilleros, que han amortiguado los números rojos

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Navantia y la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi), que controla el 100% del grupo de astilleros, cerraron el último ejercicio en números rojos. Nada novedoso para la empresa pública con instalaciones en Ferrolterra, pero sí para la Sepi. El consejo de administración ha aprobado las cuentas anuales de 2014, que dejarán unas pérdidas para la sociedad pública de 84 millones de euros, una abultada caída desde los 500 millones de beneficio registrados un año antes.

La sociedad que preside Ramón Aguirre, uno de los altos cargos con mejor salario del Gobierno español, achaca el vuelco en su balance a las dotaciones para el plan de empresa de la minera Hunosa, una obligación impuesta desde Bruselas; y a la aportación de 130 millones para compensar pérdidas en RTVE. «Sin dichos impactos negativos –a los que hay que sumar las provisiones por las minusvalías de Indra– el holding público empresarial hubiera obtenido un beneficio de 481 millones de euros», dice la empresa.

Navantia sigue ‘depre’, pero menos

Si Sepi entró en pérdidas, Navantia lleva seis años instalada en los números rojos. El balance todavía provisional de su último ejercicio muestra pérdidas de 28 millones. Habrá que esperar al informe final, pero de entrada, supone reducir casi a la mitad el resultado negativo del curso anterior, 57,7 millones, y añadir otro año en rojo al atribulado devenir de los astilleros.

El Gobierno atribuye, pese a todo, síntomas de recuperación a los astilleros en base a la reducción de pérdidas y al aumento de la contratación. En concreto, Sepi hace referencia al buque de Pemex, a los dos BAM para la Armada española y a los encargos de Iberdrola para su planta de eólica marina en Wikinger (Alemania). Los contratos se cerraron en 2014, si bien, los buques de la Armada tienen que ver con el propio mercado interno de Navantia –dependen de la financiación del Gobierno– y el de la petrolera mexicana se anunció más de un año antes, coincidiendo con las elecciones autonómicas en Galicia, y como una negociación tutelada por la propia Xunta.

Los 28 millones en pérdidas supondrían para los astilleros públicos sumar números rojos por más de 250 millones en el último lustro, si se contabilizan las pérdidas acumuladas de los distintos ejercicios.

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