Navantia comienza su desescalada: los trabajadores vuelven a Ferrol

Más de 60 trabajadores, la mayoría de la industria auxiliar, regresa a los astilleros de Navantia en Ferrol, tras alcanzar un protocolo compañía y plantilla

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Navantia inicia el camino hacia la vuelta al trabajo. Este lunes, más de 60 operarios han retomado la actividad en los dos astilleros que la empresa naval pública tiene en la ría de Ferrol. La mayoría, no obstante, pertenecen a auxiliares que retoman su actividad tras haber llegado a un acuerdo la dirección de la compañía y los representantes de los trabajadores. 

Esta medida ha sido posible tras la materialización de un protocolo que ha sido consensuado entre ambas partes y que recoge cómo y dónde se podrán realizar la labor tanto en la antigua Bazán como Astano, ya que son dos documentos diferentes y que abordan las obras en las que se podrá trabajar.

Los buques de la armada australiana

Así, en el caso del astillero de Ferrol, son unos 60 trabajadores de compañías auxiliares eléctricas las que podrán acceder al trabajo por turno, que se dedicarán a las obras de construcción de los dos buques del tipo AOR que se construyen para la Armada de Australia, y que pertenecen a las auxiliares Electrorayma, Pine y Norinver.

También acuden a sus puestos de trabajo personal de otras compañías, como Gabadi y Kaefer, y de la propia Navantia, que se encargarán de comprobar el estado de los buques y sistemas, además de revisar andamios y vigilar el cumplimento de la distancia entre personas, que se ha especificado la zona de acceso y salida de ambos buques.

En paralelo, en la Fábrica de Turbinas se prosigue con los trabajos encargados por una central nuclear. Unos diez operarios de Navantia y otros tres contratados por el propio cliente, retoman estas labores; mientras que el turno de tarde será ocupado por siete personas para otra obra.

Eólica marina

Por su parte, el astillero de Fene (A Coruña) está centrado en otras actuaciones que tienen que ver con la eólica marina con la empresa española Cobra y el proyecto Kincardine.

En este caso son tres los operarios de Navantia los que se encargarán de asegurar la operatividad de la planta en horario de mañana y de tarde.

En este centro está previsto que todas las mañanas entren algo más de 50 operarios de Windar y unos trece de Nervión y Neosic, es decir algo más de 60 trabajadores, reduciéndose el número durante la tarde a unos 45.

Tranquilidad

Desde el ámbito sindical, la sección sindical de CCOO en Navantia Ferrol, que es la mayoritaria, ha asegurado, a través de un comunicado que «podemos transmitir tranquilidad a la clase trabajadora con el protocolo consensuado» al estimar que «supera todas las medidas preventivas sanitarias y define cómo y cuándo se va a aplicar a las plantillas».

Al mismo tiempo han incidido en que se trata de «un documento vivo, diariamente mejorable». También reseñan que estarán «vigilantes» y que exigirán «el cese de cualquier actividad en el momento que se detecte algún riesgo».

Trabajos esenciales

Por su parte, la CIG asegura que esta central era partidaria de «continuar solo con los trabajos esenciales, porque entendemos que se modifica por presiones empresariales que ponen por delante la cuestión económica ante la defensa de la salud de los trabajadores y de sus familias».

Pero ante la aprobación de regresar a la actividad por la mayoría de los representantes sindicales, la CIG ha destacado, también a través de un comunicado, que intentarán «que se cumplan todas las medidas acordadas porque sin ser infalibles ayudarán a no exponer a los trabajadores y a sus familias a posibles contagios».

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