Nace una fundación en Galicia para luchar contra los negocios low-cost

Knowcosters ofrece al consumidor herramientas como la huella fiscal o el triple marcaje para conocer el impacto y trazabilidad de los productos que adquiere

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La deslocalización de empresas, los salarios precarios, la destrucción de empleos o la degradación del medio ambiente son cuestiones que están estrechamente ligadas al fenómeno ‘low-cost’ y que ponen en riesgo el mantenimiento del estado del Bienestar.

Para luchar contra esta tendencia, el empresario y publicista gallego Miguel Conde ha creado la Fundación Knowcosters, que tiene como principal objetivo crear herramientas de información para que el consumidor pueda elegir con la misma libertad que hasta ahora, pero sabiendo el coste real, ambiental y social del producto y, en el caso del comercio electrónico, el país donde paga sus impuestos.

Inicios

La fundación se puso en marcha en el año 2013, tras la buena acogida del libro Knowcosters: cuando el low cost es el mal. En él, Conde destaca el poder del consumidor para perfilar y configurar modelos de sociedad a través de sus actos de consumo. En este sentido, afirma que «cuando consumes, votas» y que el consumo en sí «es el único elemento de transformación social realmente eficaz que existe», y no la política. «Si no votas a través del consumo, estás alimentando a la bestia del low-cost y todos los males que lleva aparejados».

El libro introduce por primera vez en sus páginas la idea del triple marcaje, una de las iniciativas de la fundación para informar sobre el coste del producto en tres vertientes: su valor de mercado (precio de venta al público), el impacto medioambiental ocasionado por su elaboración -basándose en la huella de carbón- y el coste para el estado del bienestar del consumo de productos low cost.

Definir esta última es lo que más trabajo les está dando. En la actualidad tratan de obtener apoyos de las universidades para perfilar el algoritmo que permita «numerizar» el coste social del producto, una labor que, como asegura Conde, es «más laboriosa que compleja». Desde la fundación creen que podrán tenerla plenamente desarrollada este mismo año. 

Huella fiscal

La otra herramienta es la huella fiscal, un distintivo gratuito que certifica el país donde pagan sus impuestos las tiendas de venta online. «Muchas veces por el idioma crees que compras en el país, pero la realidad no es así en el 99% de los casos», afirma Conde.

Su intención, explica, no es que la gente deje de comprar a través de Internet, sino ofrecer «un plus» a las empresas que tributan en sus territorios y contribuyen con al desarrollo económico y social del país. «Es de ley que se les reconozca que lo están haciendo bien».

Buena acogida

El lanzamiento de este novedoso certificado se producirá este mismo mes, pero desde la fundación reconocen que ya está teniendo muy buena acogida entre la gente que empieza a oir hablar de él a través del ‘Movimiento Knowcosters‘.

«No buscamos ni dinero ni gloria», asegura Miguel Conde. «Proporcionar la información -el CIF al que esté asociada la actividad- no cuesta nada y nosotros tampoco cobramos por el sello. El único coste que tiene para la empresa es la voluntad de querer hacerlo», aclara.

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