Muere el maestro impulsor de la economía rural gallega

Avelino Pousa Antelo fallece a los 98 años tras “soñar un país organizado como una gran cooperativa”

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El presidente de la Fundación Castelao y último superviviente del Partido Galeguista en la República, Avelino Pousa Antelo, falleció a los 98 años en su domicilio de Teo (A Coruña).

Histórico galeguista, muy influenciado por la figura de Castelao, Pousa Antelo dedicó gran parte de su vida a la defensa del rural gallego y al impulso de la economía agraria, faceta que compaginó con su labor de escritor y su vocación pedagógica. Buena prueba de ello fueron sus años como director de la Granxa Barreiros de Ortoá (Lugo), una experiencia educativa en el entorno rural impulsada por el empresario Antonio Fernández López, padre de proyectos empresariales como Zeltia o Pescanova.

De su relación con el empresario quedó como testimonio el libro Antonio Fernández López: empresario, reformador e filántropo, que escribió junto a Valentín Arias. De su trabajo como impulsor de la economía rural y del cooperativismo agrario quedan numerosos textos, entre ellos Valen ou non as cooperativas de esplotación comunitaria pra o campo galego? obra clave, según los expertos, para entender el proceso de transformación de la agricultura gallega en el siglo XX.

No es de extrañar que a los numerosos homenajes a la figura del escritor se sumara también la Asociación Galega de Cooperativas Agrarias, quien le concedió la insignia de Oro y Esmalte de la Unión de Cooperativas en 1997 por “su constante defensa e impulso del cooperativismo agrario, por soñar un país organizado como una gran cooperativa”.

Granxa Barreiros

Gómez Antelo llegó a la dirección de Granxa Barreiros en 1948, como referente de un proyecto de escuela gratuita enfocada a niños y adultos de la zona rural sin distinción de género. Según indican expertos en la figura de Antelo, tenía en aquel momento varias ofertas para ocupar cargos de responsabilidad en empresas del sector lácteo. Prefirió la enseñanza. Aunque el trabajo pedagógico no menguó su influencia en el desarrollo económico agrario.

Según explica Ramón Villares, presidente del Consello da Cultura Galega, trató directamente con “campesinos y empresarios, con técnicos oficiales y con dirigentes locales”, predicando con “nuevas semillas, enseñando a combatir plagas, mejorando la sanidad animal o ilustrando sobre la necesidad de la concentración parcelaria o las cooperativas lácteas”.

El proyecto educativo de la institución durante los siete años en los que ocupó la dirección está recogido en el testo Plan de trabajo escolar para la Escuela de Barreiros, mientras que la preocupación por el desarrollo agrario ya nunca abandonaría al joven Avelino.

Publica numerosos trabajos, recibe premios periodísticos, trabaja como técnico agropecuario fuera de Galicia y su nombre aparece vinculado a la lugesa Semillas Selectas S.A. y a la aragonesa AIVESA (Agropecuaria Industrial del Valle del Ebro).

Tras la muerte de Gómez Antelo, la Granxa Barreiros continúa activa, dedicada a inculcar un desarrollo económico sostenible, a conectar la escuela con el entorno rural y natural y a educar a través de la experiencia en el medio, modelo que defendió Gómez Antelo frente a la formación basada en la memoria.

Reformador

En la actualidad, la Granxa Barreiros está considerada el germen de los cursos de capacitación agraria y clave en el impulso modernizador del campo gallego, tradicionalmente estigmatizado como ejemplo de pobreza y atraso.

Sin embargo, la transformación de la agricultura gallega en el último siglo no podría entenderse sin “una falange de técnicos, agrónomos y divulgadores de novedades científicas entre los que estaba Gómez Antelo”, concluye Villares.

Junto a él, contribuyeron al cambio empresarios como Álvaro Gil, que con su apoyo económico ayudó fundar la editorial Galaxia y colaboró con Fernández López en Zeltia.

Una de las particularidades de Gómez Antelo fue, precisamente, su capacidad para mantenerse en contacto con campesinos, empresarios e intelectuales y aprender sobre el terreno, de la misma manera que le exigía a sus alumnos. “Tuvo a su lado empresarios que quisieron entender de modo distinto el sector agrícola y ganadero –explica Villares–, a maestros a los que admiró y conoció personalmente y a los más modestos pero no menos eficaces agentes de Extensión Agraria”.

Homenajes

Por todo ello, la Asociación Galega de Cooperativas le rindió este lunes homenaje, al igual que múltiples personalidades de la cultura, instituciones como la Fundación Castelao o la Mesa pola Normalización Lingüística y las tres principales fuerzas políticas de Galicia, PP, PSdeG y BNG.

El presidente de la Xunta, Núñez Feijóo, se refirió a Gómez Antelo como «uno de los últimos representantes de una generación de hombres que dedicó su vida a la defensa de Galicia dentro y fuera de nuestra tierra».

Nacionalistas y socialistas expresaron también su “profundo pesar” por la pérdida de un hombre que dedicó sus ideales al “engrandecimiento de Galicia”. El PSdeG destacó además “su defensa del autogobierno y la lengua propia en los momentos más difíciles”.

El Ayuntamiento de Teo (A Coruña) acogerá este martes la capilla ardiente de Pousa Antelo, al que se rendirá también un homenaje a partir de las 19.00 horas.

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