Mira, la planta de la discordia

El proyecto de acuicultura en tierras portuguesas marcó un punto de inflexión entre Fernández de Sousa y Paz-Andrade

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Manuel Fernández de Sousa no sólo se distanció de sus hermanos. Las diferencias de criterio empresarial también lo alejaron de Alfonso Paz-Andrade, ex consejero delegado de Pescanova e hijo de Valentín Paz-Andadre, uno de los fundadores del imperio. El punto de inflexión entre ambos lo marcó la planta cría de rodaballo de Mira, (Portugal).

En 2004, Manuel Fraga, antes de perder las autonómicas, aprobó la instalación en A Costa da Morte de una ingente planta de acuicultura por parte de Pescanova. Se crearían 200 puestos de trabajo y la inversión sería de 140 millones de euros. No obstante, la llegada del bipartito al poder echó por tierra las espectativas de Fernández de Sousa. El terreno era intocable, ya que estaba dentro de zona protegida como red natura.

Ninguna de las alternativas que ofreció el presidente Touriño (PSOE) fue del agrado del empresario, que optó finalmente por replegar velas y poner rumbo a Mira, en el sur de Portugal. El movimiento fue entendido como una afrenta al nuevo Gobierno y no agradó a Paz-Andrade, quien, como el mismo declaró ante Ruz esta semana, veía excesivo riesgo en la inversión millonaria en acuicultura, una modalidad todavía no estudiada.

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