Miles de horas extra en las obras del AVE a Galicia en plena pandemia

La CIG entrega a la Inspección un informe que recoge jornadas de 12 horas diarias y miles de horas extra en las obras del AVE en Ourense hasta el 2 de abril

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El sindicato CIG ha entregado este viernes a la Inspección de Trabajo un informe sobre el desarrollo de las obras para la instalación de las nuevas vías del AVE entre Lubián y Ourense, concretamente respecto al tramo Campobecerros-Taboadela, de 46 kilómetros. El documento persiste en las denuncias que viene realizando la central sobre las condiciones laborales de los obreros de la alta velocidad a Galicia desde 2018, cuando impulsó una manifestación contra la siniestralidad laboral tras la muerte de un trabajador en Laza.

 

El informe pretende dejar constancia de la carga de trabajo excesiva que sufren los trabajadores y aporta información respecto a las jornadas laborales desde mayo de 2019 al 2 de abril de este año, ya con el estado de alarma activado por el coronavirus. A lo largo de todo el periodo, computa unas 70.000 horas trabajadas por encima de la jornada recogida en el convenio sectorial, es decir, por encima de las 40 horas semanales. La media de cada operario, unos 326 que han trabajado en el montaje de las vías, rondaría las 12 horas por jornada, según el documento.

La Federación de Construción del sindicato señala a FCC, Ferrovial y un importante número de subcontratas de Galicia, España y Portugal como beneficiarias de las “jornadas infinitas” que realizan los trabajadores en “míseras” condiciones, pues señala la CIG que carecen de agua potable, aseos, vestuarios, comedor o un vehículo para desplazarse hasta la entrada de la obra.

Actividad intensa tras el estado de alarma

El Covid-19 y las restricciones a la movilidad no frenó la intensidad en la jornada de los trabajadores que construyen el AVE. Las tablas que incorpora el estudio muestran más de 14.000 horas realizadas por los obreros fuera de su jornada laboral habitual en el mes de marzo. Entre el 15 y el 29 del mes, tras la declaración del estado de alarma, hay decenas de operarios que disfrutaron un solo día libre, mientras que abundan las jornadas de 12 horas.

Por ejemplo, el trabajador R.A.V.V. acudió a la obra de manera continuada desde el 9 hasta el 29 de marzo, sin ningún día de descanso. Las horas por jornada fueron variables, pasando de las 4 horas trabajadas el día 13 a las 15 que trabajó el 21 de marzo, según el informe. Entre el 19 y el 22 de marzo hizo unas jornadas de 13,15,13 y 12 horas. Hay más de una docena de casos similares al de este empleado.  “La alerta sanitaria no hizo otra cosa que aumentar los abusos”, dice el sindicato en un comunicado.

La CIG explica que las empresas que construyen el AVE se ha dotado de una bolsa de trabajadores conformada por parados de larga duración y cientos de inmigrantes procedentes de Bolivia, Filipinas, Portugal, Marruecos o el África subsahariana.. “Los obreros son literalmente llamados o no cada día a trabajar, sin saber casi nunca si volverán pisar la obra”, dice el sindicato, que indica que varias personas abandonaron las empresas con cuadros clínicos de trastornos psicológicos.

Además de FCC y Ferrovial, el sindicato señala a subcontratas como Maquisaba, Vilariño, Gaza Urban, Hergon Metropolitan o ETT My Work.

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