Megasa recortó la plantilla de Narón pese a obtener más de 17 millones de beneficio

Metalúrgica Galaica, el brazo comercial del grupo, repartió 10 millones en dividendos, mientras la planta de Ferrolterra siguió acumulando números rojos y prescindió de 39 trabajadores

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El difícil momento que atraviesa Megasa Siderúrgica, la histórica planta metalúrgica que la famila Freire gestiona en Narón, no es equiparable al resto del grupo. La contracción de la demanda en el mercado interno y el fuerte entorno competitivo no evitaron que Metalúrgica Galaica, el brazo comercial que vende y distribuye los productos que salen de las fábricas de la compañía, lograse importantes beneficios, que ascendieron a 17,3 millones en 2014. Este resultado reportó a Bipadosa, la sociedad patrimonial de los Freire y matriz del grupo, 10 millones en dividendos. El resto del dinero se destinó a reservas y a compensar el resultado negativo del anterior ejercicio, de 593.000 euros.

Pese al saneado balance, las noticias en Ferrolterra fueron negativas. Megasa presentó un ERE que luego retiró para aplicar un plan de salidas a base de prejubilaciones que conllevó un recorte de personal de 39 trabajadores, según los sindicatos, y la eliminación de uno de los turnos de producción, el de la tarde. La explicación está en que, si bien los Freire capean el temporal en el conjunto del grupo, la emblemática planta gallega se ahoga en números rojos.

El agujero en Galicia

Según consta en la memoria de Metalúrgica Galaica correspondiente al año 2014, la fábrica naronesa, Megasa Siderúrgica, perdió 4,5 millones en el ejercicio, que se sumaron a los números rojos del año anterior por valor de 8,02 millones. Megamalla, también en Narón, registró escuetos beneficios en 2014, de 79.458 euros, pero venía de perder 5,6 millones en 2013.

El imperio siderúrgico de la familia Freire se distribuye en distintos centros ubicados fundamentalmente en Galicia –con la fábrica de Narón como unidad de producción–, Oporto y Lisboa, y cuenta además con una nave de distribución y corte en Madrid. A diferencia de lo que sucedió en Galicia, la filial portuguesa Atlansider SGPS, con domicilio en Seixal –al sur de Lisboa– presentó unos beneficios de 8,8 millones. El ejercicio anterior había conseguido ganancias de 16,1 millones. Narón es la cenicienta del grupo.

Metalúrgica Galaica es la encargada de aprovisionarse del material que producen estas fábricas, tarea a la que destinó 973,8 millones, para luego venderlo. La cifra de negocio superó los 1.024 millones (6,7% más), es decir, que el gasto equivale al 95% de las ventas.

África como solución

Los trabajadores de Narón conocen las líneas básicas de la cuenta de resultados y la dirección ya les había transmitido que la empresa estaba en pérdidas y en una delicada situación. El asfixiante marco energético español complica mucho que Megasa pueda producir a un precio competitivo en comparación con los grandes conglomerados metalúrgicos.

Metalúrgica Galaica concreta en su memoria que mantiene «el mercado ibérico» como principal objetivo de ventas, es el territorio donde echó raíces hace ya más de medio siglo. Si bien, «la disminución de la demanda obligó a la búsqueda de nuevos mercados con capacidad de crecimiento», motivo por el que se incrementaron las exportaciones a los países del norte de África.

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