Megasa, peor que Alcoa: produce fines de semana, festivos y de noche para ahorrar energía

La planta de Narón funciona a medio gas tras eliminar un turno y perder competitividad por los altos precios de la energía

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La factura energética en España es un problema para Alcoa, pero lo es bastante más para otras empresas de tamaño más reducido que tienen que salir a los mercados internacionales partiendo de unos costes más elevados que sus competidores. Es lo que le sucede a Megasa, la fábrica de Narón de la familia Freire, que viene de aplicar un despido colectivo y eliminar un turno de trabajo –el de la tarde– con el consiguiente recorte de producción. De sacar cerca de 600.000 toneladas al año, la siderúrgica tenía una previsión de producir unas 200.000 para el presente curso.

Los males que aqueja no son distintos a los del sector metalúrgico español. La llegada de producto chino a los mercados europeos es uno, pero el fundamental tiene que ver con los costes energéticos, con el añadido de que los incentivos de interrumpibilidad, que tanto benefician a Alcoa o a Celsa, son mucho menores para la planta de Narón, más reducida en cuanto a tamaño. Tanta es la presión, que para abaratar costes se está trabajando los fines de semana y festivos, además de por la noche, aprovechando los tramos de tarifa más barata. Por las mañanas se puede llegar a parar la producción a las 11, en algunas ocasiones, pues prima la reducción de gastos.

El 85% para la exportación

Así lo relatan los trabajadores, que fueron de los primeros en movilizarse, antes que los de Alcoa, contra el precio de la energía que sufre el sector industrial. El 85% de la producción de Megasa Siderúrgica se destina a la exportación, según explica UGT, pero es complejo competir en precios partiendo de un coste fijo más elevado.

Tras el despido colectivo, la dirección transmitió a los sindicatos que era una solución para mantener la actividad, pero sin ofrecer garantías de futuro. UGT lo define como «un parche» para ir tirando, pero reconoce que la rentabilidad es difícil de lograr en las actuales circunstancias. De hecho, Metalúrgica Galaica entró en pérdidas en 2013 y la dirección transmitió a la plantilla que sucedió lo mismo en 2014. Para este año tampoco hay buenas perspectivas. La fábrica obtuvo en la reciente subasta de interrumpibilidad un bloque de 5 megawatios, frente, por ejemplo, a la catalana Celsa, con planta también en A Coruña, que consiguió un bloque de 90. «Así es muy difícil competir», admitía el presidente del comité de empresa, Carlos Bascoy.

La plantilla, en la mitad

Bascoy considera que urge un pacto energético para el sector industrial, de tal manera que el precio medio se pueda equiparar al del resto de competidores. En el último recorte de plantilla, salieron 39 empleados a base de prejubilaciones. Megasa llegó a contar con 244 trabajadores en el año 2009, que trabajaban a cuatro turnos. Actualmente, quedan dos turnos y 128 empleados. La plantilla se ha reducido a la mitad.

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