Megasa pierde fuelle en la carrera por el grupo Gallardo Balboa

Megasa quiere crecer con la compra de la siderúrgica Gallardo Balboa, pero el grupo de venta online Cristian Lay tiene el aval del Gobierno extremeño

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Megasa, el imperio metalúrgico de los hermanos Freire con sede en Narón, quiere crecer. Con factorías en Galicia, Portugal, Zaragoza y Valencia, hace años –desde la fuerte reestructuración que acometió entre 2010 y 2015– que la empresa parece inmune a la crisis que sacude a su sector. Al contrario de lo que le ocurre a las grandes consumidores energéticas ubicadas en la comunidad, como Alcoa, Ferroatlántica o Celsa Atlantic, la firma ha logrado no solo esquivar los números rojos, sino crecer en facturación y beneficios cada ejercicio. Con esta hoja de presentación, esta semana, puso las cartas sobre la mesa y manifestó de forma pública (algo poco habitual es una empresa especialmente hermética) su intención de hacerse con la siderúrgica extremeña Gallardo Balboa, un gigante con sede en Jerez de los Caballeros (Badajoz) y conformado por distintas sociedades que operan tanto en Extremadura como en Madrid, Asturias y País Vasco. No obstante, en la carrera por la compañía, en manos desde el año pasado del fondo estadounidense KKR y en preconcurso de acreedores, el grupo de venta online Cristian Lay parece haberla adelantado, por lo menos en cuanto a imagen.

Ante el hecho de que Gallardo Balboa tiene una deuda de, al menos, 150 millones de euros, la solidez del negocio de Megasa la hace especialmente atractiva tanto para el fondo KKR como para la banca acreedora. No obstante, el grupo Cristian Lay cuenta con otros factores a su favor. El primero, es que cuenta con el apoyo del Gobierno de Extremadura (que también se encuentra entre los acreedores). La administración ya ha manifestado públicamente su preferencia por esta oferta, que parte de una empresa que, además, también tiene su sede en Jerez de los Caballeros, un municipio que no llega a los 10.000 habitantes. El segundo factor que juega en contra de Megasa es que, la compra, de producirse, tendría que pasar el filtro de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), al tratarse de una adquisición dentro del mismo sector y de dos empresas con intereses y activos en el mercado español. La operación no podría cerrarse hasta no recibir el plácet de Competencia, lo que demoraría la operación al menos unos meses. Cristian Lay, por su parte, asegura que podría empezar a invertir en un proyecto de futuro en «un plazo de mes o mes y medio».

Manifestación de los trabajadores

Justo este miércoles, los representantes de la plantilla de Gallardo Balboa convocaron una concrentración en Extremadura para solicitar a KKR que traspase el grupo a aquella compañía que garantice el mantenimiento de los empleos. «Nosotros no nos sentamos en la mesa de negociación, por lo que no podemos hacer ninguna exigencia, pero sí que nos manifestamos para solicitar que en la venta se tenga en cuenta la necesidad de que el comprador garantice el mantenimiento tanto del negocio como de los puestos de trabajo«, explican a este medio desde el comité de empresas de siderúrgica Balboa, una de las principales sociedades del grupo. 

Explican desde la plantilla que, de partida, no muestran rechazo por la oferta de Megasa pero sí indican que, al inicio de las negociaciones, «se dijo que no tenía interés en toda la compañía, algo que ponía en riesgo el mantenimiento del empleo de muchos compañeros». «Por otro lado, en Extremadura ya no tenemos muchas empresas por lo que, algo que también vemos positivo es que se trate de garantizar que la sede social del grupo se queda aquí«, comentan los representantes de los trabajadores.

Megasa mueve ficha

Estos son, básicamente, los argumentos que también sostiene el Gobierno extremeño. Hace poco más de una semana, el presidente autonómico, Guillermo Fernández Vara, mostró de forma pública su preferencia por Cristian Lay, al ser extremeña y garantizar la adquisición de todas las filiales de Gallardo Balboa. Tanto es así, que el Ejecutivo manifestó que estaba dispuesto a capitalizar la deuda que la compañía tiene con la administración e, incluso, «aportar cantidades extraordinarias».

Estas manifestaciones obligaron a Megasa a mover ficha, asegurando que la última oferta que ha presentado a KKR es por todo el grupo Gallardo Balboa. La compañía gallega asegura además que se compromete tanto al mantenimiento de los empleos como a que los domicilios fiscales y sociales de las filiales se mantengan en Extremadura. 

Los Freire y Leal Cordobés

Este hecho, unido a la solidez de los números de los Freire son su mejor aval. Grupo Bipadosa, la sociedad cabecera del negocio familiar de los Freire que engloba a las plantas productoras y transformadoras de productos siderúrgicos, además de a su sociedad comercializadora (Metalúrgica Galaica), facturó en 2018 (último año del que hay cuentas presentadas) 1.413 millones de euros, casi un 5% más que el ejercicio anterior. El resultado consolidado del grupo se disparó hasta los 95,5 millones de euros, un 42% por encima de las ganancias obtenidas en 2017, de 66,8 millones de euros. El Ebitda (beneficio antes de impuestos, amortizaciones y depreciaciones) rozó los 160 millones de euros.

No obstante, el oponente de Megasa no es pequeño. El dueño de Cristian Lay es Ricardo Leal Cordobés, la primera fortuna de extremadura según Forbes, que le estima un patrimonio de más de 230 millones de euros, contabilizado en base al valor de sus empresas. Con cerca de 500 millones de euros de facturación, el grupo se centra especialmente en la venta de productos cosméticos, perfumería y bisutería pero también tiene intereses en otros sectores, como por ejemplo el energético a través de Gas Extremadura, su distribuidora de gas natural creada en 1996, con casi 100.000 clientes.

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