Megasa duplica pérdidas en Narón tras recortar la producción de la fábrica

Los gastos adicionales por la aplicación del ERE y la compentencia del acero procedente de China mermaron la cuenta de resultados, que cerró 2015 con números rojos de 10 millones

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Megasa Siderúrgica, la sociedad que controla la histórica planta de la familia Freire en Narón, ha dejado atrás un año complicado, con un recorte de plantilla y producción y números rojos acumulados. Cerró el ejercicio 2015 con unas pérdidas de 10 millones, más del doble que los 5,8 millones en números rojos registrados el año anterior.

El incremento del resultado negativo está directamente influenciado por los mayores costes sociales derivados de la aplicación del propio ERE, que conllevó la salida de unos 40 trabajadores. El impacto de la regulación laboral está cifrado por Megasa en un coste de 2,7 millones, a lo que hay que añadir un deterioro de existencias de 4,2 millones, influyendo decisivamente ambas magnitudes en el crecimiento de las pérdidas.

Reducción drástica de tamaño

Desde el ajuste de plantilla, que se planteó a finales de 2014 y se aplicó durante 2015, la fábrica de Narón ha mutado decisivamente. De las más de 700.000 toneladas que poducían anualmente se ha pasado a unas 400.000, según estimaciones de los sindicatos. También se han reducido los turnos, pasando a solamente dos de actividad, por la mañana y la noche.

El paso de las tijeras por la planta se ha traslucido en una reducción del gasto, fundamentalmente aprovisonamientos, y de la cifra de negocio, que entre 2014 y 2015 se redujo en 65 millones de euros. Megasa Siderúgica facturaba el año pasado 147,5 millones, frente a los 212,5 del ejercicio previo.

Engranaje societario

Los productos elaborados en Narón, junto a los de otras plantas de la compañía, se comercializan a través de Metalúrgica Galaica. Como adelantó este medio, los números del brazo comercial de los Freire, fundamentales para medir la salud del grupo, son bastante más positivos, con unos beneficios de 14,6 millones. La sociedad dominante última es el holding madrileño Bipadosa.

El informe de gestión correspondiente a 2015 destaca las dificultades de Megasa para aprovecar el crecimiento de la demanda en un mercado taponado por las importaciones procedentes de China. Esto es especialmente importante, si se tiene en cuenta que el mercado doméstico sigue contraído y muy lejos de los niveles de actividad previos a la crisis.

Subasta eléctrica

Megasa es uno de los grandes consumidores de energía que esta semana compite por los incentivos a la interrumpibilidad. La empresa deja constancia de que la normativa actual de subastas «ha generado una situación de grave distorsión de la competencia creando diferencias importantes en el coste eléctrico entre competidores directos y que en el caso de la compañía ha visto penalizados sus costes eléctricos».

Las dificultades para competir por primas frente a otras empresas de mayor tamaño, como Alcoa o Celsa, había sido uno de los argumentos utilizdos por lso Freire para amenazar con el cierre de la fábrica.

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