Los vinos más vendidos de EEUU contienen «altos niveles de arsénico»

Una demanda contra los principales productores del país sostiene que superan hasta cinco veces el máximo permitido y son un riesgo para la salud

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El arsénico es altamente tóxico. De ello han alertado los ecologistas hasta la saciedad, pues cuando una mina, por ejemplo, libera el mineral ya no hay cultivo que sirva en ese suelo ni agua que se pueda consumir sin riesgo. Este peligroso enemigo, que se ha relacionado también con el cáncer, se encuentra en «altos niveles» en los vinos más vendidos de Estados Unidos. Entre ellos, marcas de algunos de los productores más potentes del mundo, como The Wine Group, que comercializa la marca Franzia.

Eso sostiene una demanda colectiva presentada esta semana contra la industria vinícola y que tiene como germen a un laboratorio de Denver. En los análisis que realizó a 1.300 botellas se detectaron índices peligrosos de arsénico, que superaban hasta en cinco veces el máximo permitido por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos para el nivel de arsénico en agua potable.

Otros dos estudios, el mismo arsénico

Eso sucedía en algunas marcas destacadas, mientras que una cuarta parte de los caldos estudiados, superaba, aunque con más decoro, los máximos establecidos para que no constituya un riesgo para la salud consumirlos.

El laboratorio BeverageGrades contactó con las empresas para interrogarlas sobre el arsénico contenido en sus productos, consiguiendo solamente portazos, según relató a CBS. Con las pruebas bajo el brazo, acudió a un bufete de abogados, que se encargó de elaborar la demanda colectiva contra 24 empresas vinícolas y varias distribuidoras. Los mismos análisis se realizaron en otros dos laboratorios independientes con resultados muy similares a los obtenidos en Denver.

Escaso control del Gobierno

El estudio se basa en los niveles de arsénico en agua potable, por lo que algunos productores han argumentado que no deberían aplicarse los mismos ratios al vino, que se consume menos.

El Gobierno Federal no exige lo mismo al vino que al agua y así sucede que apenas hay requisitos de etiquetado para las botellas. En todo caso, la normativa de California, donde se encuentran los principales productores del país, sí que exige advertir al consumidor si el producto contiene algún elemento que pueda perjudicar su salud a largo plazo.

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