Los sindicatos de Pescanova protestarán hasta en Mercadona si hace falta

Los trabajadores advierten que "no habrá paz social" mientras no se respeten lo actuales convenios y acusan a la dirección de "terrorismo patronal"

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No habrá paz para Pescanova. Esa es el mensaje que han transmitido la asamblea convocada por CIG, UGT, CUT y USO, tras denunciar ante la Inspección de Trabajo la «mala voluntad de negociar» los convenios colectivos por parte de la dirección de la empresa, así como la de «cortar» las horas extra de los sábados y las que se puedan llegar a imponer.
La conflictividad laboral se ha instalado en la compañía que atravesó la crisis que dejó tras de si el ex presidente Manuel Fernández de Sousa sin que los sindicatos dijeran esta boca es mía, mas que para defender a la dirección, con CC.OO. al frente.

Ahora, han avisado de que, según la «voluntad» que muestre la empresa, llevarán adelante medidas de presión «de uno u otro calibre», entre las que han mencionado concentraciones ante alguno de sus principales clientes –como Mercadona–, o de empresas de trabajo temporal, por ser las que «posibilitan competencia desleal ante las movilizaciones».

400 personas rechazan el convenio

En la asamblea, que ha tenido lugar en la mañana de este sábado en el Multiúsos da Xunqueira, en Redondela (Pontevedra), han participado unos 400 trabajadores, que han ratificado su rechazo a firmar la propuesta de convenio que plantea la empresa y que entienden que supone «una rebaja brutal» en sus condiciones.

Así, se han negado a negociar «en el campo de la precariedad y la pérdida de derechos», y han avisado de que no van a renunciar a mantener los convenios en vigor «y mejorarlos». «Para llevar a buen puerto es absolutamente necesario e imprescindible asumir y respetar el contenido íntegro de los actuales convenios, o no se va a poder mantener la paz social», han advertido.

¿Qué pasa con CC.OO?

Los portavoces han puesto en relieve el «éxito» de la asamblea tanto por número de asistentes como por el consenso alcanzado, y han destacado que «es la primera vez que todos los comités de empresa de todos los centros se unen» –a excepción de CC.OO., que confían en que se acabará sumando–, con el objetivo de rechazar cualquier rebaja en sus convenios actuales.

CC.OO. también trasladó en estos días su rechazo a las condiciones planteadas por la compañía en su propuesta, pero no se ha unido en la asamblea con intención de «emplazar antes a la empresa a que se siente a negociar de manera rigurosa dentro del grupo». No obstante, advirtió que, en caso de que la dirección no abandone «esa mala fe», hablarán con el resto de sindicatos para movilizarse.

Terrorismo patronal

De acuerdo con los sindicalistas, entre otras cuestiones la empresa pretende bajar los salarios, incrementar las jornadas laborales y la flexibilidad de jornada, crear categorías «tercermundistas» e incluir IPCs variables. «Llevamos 8 ó 9 meses negociando y no se llegó a ningún avance, la conclusión es que sólo cuenta lo que decide la empresa», ha criticado Ricardo Castro (CUT).

La secretaria nacional de la Federación de Alimentación de la CIG, Dores Martínez, ha remarcado que «no es cierto que la empresa plantee un sólo euro de incremento salarial» porque con la pérdida de los trienios los trabajadores «pierden más». Además, ha añadido que no van asumir un incremento de jornada anual ni unos salarios «inferiores» para nuevas contrataciones.

«El hecho de que la empresa después de nueve meses siga empeñada en propuestas de estas características roza el terrorismo patronal, y vamos en caminos contrarios a nuevos acuerdos», ha sellado y ha reiterado que para que fructifiquen los nuevos convenios es necesario partir de la base de los actuales.

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