Los riesgos y oportunidades para PSA con Opel

La suma de la marca alemana haría recuperar al fabricante francés el segundo puesto del mercado europeo. Sin embargo son muchos los retos en una integración de este tipo

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La noticia saltaba este martes a primera hora. El grupo francés PSA, que integra las marcas Peugeot y Citroën, negocia la compra del fabricante alemán de vehículos Opel, filial de General Motors (GM). Aunque no hay ningún acuerdo cerrado, PSA ha admitido las conversaciones con una compañía de la que no es ajena. Desde 2012 ambas marcas han establecido diversos acuerdos de colaboración. Además, ese mismo año, GM adquirió una participación en el fabricante francés (7%) de la que se desharía un año más tarde.

EL SEGUNDO MAYOR FABRICANTE EUROPEO. PSA cuenta con una cuota de mercado del 9,7% en Europa, lo que se traduce en 1,5 millones de coches vendidos en el continente (2016), según recoge un informe de análisis del Citibank. Sin embargo este porcentaje ha ido reduciéndose en los últimos años, hasta hacer perder al grupo francés la segunda posición en el mercado europeo –lugar que ahora ocupa su rival Renault.

Por su parte, la división europea de GM, General Motors Europe (GME) vende en torno a un millón de coches anualmente (6,6%). La suma de ambas marcas haría recuperar al grupo el segundo cajón del podio, aunque todavía muy por debajo del primer sello del continente, el grupo Volkswagen (24%).

LA PRODUCTIVDAD (Y BAJA RENTABILIDAD) DE GME. En 2016 GME registró unos números rojos de 300 millones atribuidos al brexit –además de Opel, el grupo opera en Reino Unido bajo la marca Vauxhall. PSA, de acuerdo a los analistas de Citibank –el grupo no ofrece cifras segmentadas por regiones–, habría obtenido en el pasado ejercicio un beneficio de 23 millones de euros por sus ventas en Europa. 

En el apartado de productividad, sin embargo, las tornas se cambian. GME cuenta con 36.000 trabajadores en el continente, con un ratio de 35 coches por trabajador y año. Mientras que los 88.000 empleados de PSA le otorgan un índice de alrededor de 25 vehículos año. Aunque en esta variable hay que tener en cuenta la ubicación de la sede central de PSA en suelo europeo, «parece que ambas compañías se podrían ayudar en relación a los ratios de productividad y rentabilidad», señalan los analistas.

INVERSIÓN EN INNOVACIÓN. Diversas voces han apuntado que la compra de Opel permitiría a PSA dar un claro salto adelante en términos de innovación y tecnología puntera. Sin embargo, Citibank advierte que no hay que dar por supuesto este extremo. Los motivos son la insuficiente inversión de PSA en este apartado y el probable efecto negativo de los números rojos de GME sobre este segmento del grupo.

COSTE DE LA OPERACIÓN. Los analistas de Citibank estiman en 3.300 millones de euros el valor aproximado de esta operación. Con todo, el precio final de compra podría variar considerablemente debido a la ausencia de información fiable sobre las deudas e intereses que acarrea GME.

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