Los recortes de Industria empañan el mejor año de la historia de Feiraco

El grupo lácteo logra un nuevo récord de facturación, pero el hachazo a la cogeneración penaliza sus resultados

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El pasado fue un buen año para Feiraco. La cooperativa láctea reunió a socios y familiares en su Asamblea General este sábado para comunicarles que se ha despedido de la deuda de 26 millones que contrajo en 2005 a través de un préstamos sindicado y que la buena marcha del plan de viabilidad ha coincidido con sus picos más altos de facturación.

En 2013, la facturación de Feiraco había alcanzado los 114 millones tras elevarse un 10,8%. El techo de la empresa ha subido un peldaño más, hasta situarse en los 118 millones a cierre de 2014. La evolución de los últimos años de la crisis económica ha sido positiva para la cooperativa presidida por José Montes. Las ventas aumentaron un 2,5% en 2012, un 10,8% en 2013 y experimentaron un nuevo repunte el pasado año.

Penalización energética

Fue un curso notable, pero pudo ser mejor. Lastró su resultado el recorte a la cogeneración impuesto por la reforma energética. Es un problema que ha golpeado a Coren, a Finsa y ya no digamos a Ence, por poner varios ejemplos de empresas que aprovechan su proceso de producción para generar energía para su propio consumo y la venta en mercado.

Feiraco lamenta que este resultado hubiera sido el mejor de la historia, de no ser por la «alta penalización de su planta de cogeneración, por los nuevos impuestos al gas industrial implantados por el Gobierno el pasado año», informa Efe.

Más luces que sombras

El beneficio del grupo se quedó en unos escuetos 0,5 millones. Pero también es cierto que hubo muchas magnitudes que crecieron. Feiraco procesó 126 millones de litros de leche, un 6 por ciento más, y creció el 20 por ciento en la fabricación y comercialización de piensos, 68 millones de kilos.

En cuanto inversiones, la cooperativa contabiliza 1,4 millones de euros en los dos últimos años.

José Luis Antuña, director general, se ha mostrado tan satisfecho con el balance como preocupado por el futuro, debido al «descenso continuado del precio de la leche, en un contexto de atonía del mercado».

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