Los rebeldes de la patronal se ‘pican’ entre sí y aplazan el golpe contra Alvariño

La revuelta para forzar una asamblea y revocar al presidente queda en suspenso mientras en Ourense estalla otra guerra interna

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El anuncio de una asamblea extraordinaria en la Confederación de Empresarios de Galicia para el próximo 20 de julio en la que se reprobaría la gestión de José Manuel Fernández Alvariño, ha quedado en nada. El grupo opositor al presidente no presentó el escrito con los avales pertinentes para exigir la celebración de la junta y la revuelta, que sigue en pie, ha quedado aplazada hasta nuevo aviso.

En realidad, la situación solo cambia en la dimensión temporal. El sector crítico, conformado por varias sectoriales de Pontevedra y las Confederaciones de A Coruña y Lugo, asegura que lanzará la misma ofensiva en los próximos días con la única diferencia de que la convocatoria de la asamblea extraordinaria ya no será el 20 de julio, como estaba previsto.

Tensión y teléfonos

Fue una nueva jornada de tensión y teléfonos. Por la mañana se recabaron firmas para acompañar al documento que pensaba entregarse en la CEG, hubo desencuentros dentro del bando crítico e incluso corrió el rumor de que la patronal de Antonio Fontenla se desmarcaba del acuerdo, cosa que o bien no era cierta o bien fue verdad durante muy poco tiempo. Finalmente se decidió aplazar la ofensiva para repetirla del mismo modo en los próximos días.

El detonante de tan extraña postura fue, según fuentes del sector crítico, una propuesta de la patronal lucense para que José Manuel Pérez Canal, presidente de los empresarios ourensanos y de Aceites Abril, se postulara como el hombre de consenso que relevase a Alvariño. Pero en realidad, consenso hubo poco, pues tanto en A Coruña como en las sectoriales de Pontevedra rechazaron esta posibilidad.

La guerra también estalla en Ourense

Pérez Canal, que apoyó a Fernández Alvariño en su ascenso a la patronal y que medió entre el sector crítico y la dirección de la CEG, mantuvo reuniones hace pocas semanas tanto en Lugo como en A Coruña en las que se habría planteado por primera vez la posibilidad de que fuera sucesor en la zona de mandos de las Confederación de Empresarios. La patronal lucense lo vio con buenos ojos, pero Fontenla no.

De hecho, el empresario tampoco las tiene todas consigo en su propia casa. Allí se está conformando un grupo opositor que tiene su cara más visible en Elías Mera, presidente de la asociación de empresarios del Polígono de San Cibrao, que ha sido muy crítico en los últimos meses con la dirección de la Confederación de Empresarios de Ourense. Recientemente se dejó fotografiar junto a Flora Castro, quien fuera rival de Pérez Canal en las elecciones, y junto a Javier Rodríguez Paradelo, que abandonó la vicepresidencia de la CEO dando un portazo y criticando la gestión del presidente.

Indican fuentes empresariales que en torno a Elías Mera se organizan empresarios convencidos de hacer firme oposición a Pérez Canal e incluso intentar forzar unas elecciones antes de que acabe mandato. Una situación así debilitaría demasiado al presidente de Aceites Abril y dejaría en fuera de juego la propuesta de Lugo.

¿Y Alvariño?

Este viernes también hubo llamadas a Fernández Alvariño. Los que hasta ahora fueron sus apoyos en la patronal le pidieron que aguantase el chaparrón. El empresario vigués valora si presentar la dimisión y dejar atrás todas las intrigas urdidas en torno a su figura. Está cansado. Fuentes empresariales indican que también desde la Xunta, muy dada a meterse en los asuntos de la CEG, le habrían pedido que continuase sin que este medio haya podido corroborarlo.

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