Los primeros despidos de EVO ponen en pie de guerra a la plantilla en Madrid

El fondo de inversión Apollo se estrena con cinco cierres de oficinas y despidos por incumplimiento de objetivos

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El debut de la gestión del fondo de inversión Apollo en EVO, la antigua red de oficinas de Nova Galicia, ha encendido los ánimos de la plantilla del banco. Los trabajadores han organizado la primera protesta callejera contra los propietarios americanos en las oficinas centrales de EVO en Madrid por el contra el despido de nueve trabajadores.

Los trabajadores despedidos aseguran que el banco ha argumentado “baja productividad” e “incumplimiento de objetivos” para tramitar un despido por causas objetivas. Pero entre los trabajadores afectados hay agentes comerciales que se encuentran entre los más productivos de la zona. “Uno de los afectados es el tercer vendedor en su zona”, explica una delegada de UGT.

La cultura americana

Los afectados consideran que la nueva política corporativa ha sido un desencadenante en su despido. “Hacen cócteles y reuniones grupales al estilo de política corporativa americana. Y algunos trabajadores con cierta edad no piensan pasar por ahí”, explica Fernando Hernández, secretario general de la sección sindical de CC.OO en EVO. “Simplemente no son bien vistos porque no han entrado en el juego de la nueva cultura corporativa”, explicó Alberto Lucero, de UGT.

La empresa asegura que se trata de nueve despidos individuales por diferentes razones que no ha querido desvelar, pero ha negado que la nueva política corporativa haya influido. Un portavoz de la entidad explica que la cultura corporativa de EVO fue ideada por NovaGalicia cuando creó la imagen de banca moderna para desprenderse de sus oficinas bancarias fuera de Galicia. El banco niega que haya una “política corporativa americana en el sentido negativo”.

Ajuste de costes

Los sindicatos se han puesto en pie de guerra porque aseguran que el incumplimiento de las metas de ventas no significa una causa objetiva de despido y por ello han iniciado las movilizaciones callejeras para solicitar la readmisión de los afectados. De lo contrario, acudirán a los tribunales.

La entidad comunicó los despidos el pasado 22 de mayo cuando también anunció el cierre de cinco de las 80 oficinas bancarias, cuatro en Madrid y una en Barcelona. Los portavoces de EVO aseguran que no se trata de un expediente de regulación de empleo, ERE, encubierto sino de un ajuste de costes porque las oficinas cerradas se solapaban con otras cercanas. La empresa, con 590 empleados, quiso aprovechar el cierre para anunciar también los despidos.

Los sindicatos temen que la medida sea sólo una prueba que los hombres de negro de Apollo repetirán más adelante. La empresa niega que tenga prevista una nueva reducción de trabajadores ni en el corto ni en el largo plazo.

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