Los hipermercados, desaparecidos en las redes sociales

Eroski o Carrefour afianzan su presencia en Twitter y Facebook mientras otros grupos como DIA sólo las utilizan con fines comerciales

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Las redes sociales podrían ser consideradas ya como el quinto poder y estarían cerca de desbancar al cuarto, la prensa tradicional. La información que se mueve a través de Twitter y Facebook corre como la espuma y la necesidad de manejar y controlar estas plataformas es estratégica, sobre todo en el mundo empresarial.

No obstante, y con la influencia que tienen en el día a día, resulta extraño que algunos de los grandes hipermercados no acaban de estar bien posicionados en el mundo 2.0 con el fin de reforzar sus estrategias comunicativas.

Pero hay excepciones. Algunas marcas como Eroski ya cuentan con cuatro perfiles distintos en Twitter. Uno de ellos, @eroskiconsumer, que está más enfocado a las noticias sobre el grupo, ya cuenta con más de 16.000 seguidores. En cambio, otras cadenas como DIA apenas se han subido a este tren y limitan las redes sociales a un uso únicamente comercial.

Tomar el control

Los grupos más potentes en followers y en presencia en las redes sociales son, junto a Eroski, Carrefour (con más de 5.800 seguidores) y Mercadona (con más de 9.700). En el otro lado, junto a DIA, con apenas un centenar de followers, hay otras compañías como Lidl, Alcampo y Consum, que se acercan o superan sólo el millar de personas.

Este abandono de las redes sociales escapa a la lógica de algunos expertos como el asesor de comunicación, Antoni Gutiérrez Rubí. “Ahora, las estanterías de los supermercados están en Internet”, apunta. Además, si las compañías no toman el control de su presencia en estas plataformas lo harán los usuarios.

“De no haber organización en las redes por parte de las propias cadenas la crearán los mismos consumidores”, explica. La necesidad de interacturar de los clientes que habitan en las redes sociales provoca la creación de grupos para compartir dudas u opiniones sobre un mismo tema. Si las cadenas de supermercados no se adentran en este mundo que se reduce a tan sólo 140 caracteres o a un muro, “la opinión que tendrá el cliente no se basará en los preceptos de la compañía”.

Evitar las críticas

Un ejemplo de ello es la crisis de comunicación que sufrió Mercadona este verano tras la publicación de varias noticias – como el cambio de las cremas Deliplus o una subida del IVA — que corrieron rápidamente por las redes sociales y que pusieron al grupo en el punto de mira. Tras este crack 2.0 la cadena valenciana ya ha comenzado a buscar un community manager que gestione su presencia en estos canales.

La figura de este gurú nace con la nueva era digital y las grandes multinacionales del sector de la alimentación ya cuentan con ella. La demanda ha llegado hasta el punto de elevar su caché, en determinados casos, hasta los 60.000 euros. Todo lo que sea, con tal de cuidar con todo detalle el contacto directo con clientes, profesionales y otros grupos de interés para ganar prestigio y notoriedad en la sociedad.

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