Los empresarios gallegos pisan el acelerador en la carrera de la biotecnología

Los proyectos se multiplican en la comunidad, mientras que fortunas como las de Amancio Ortega o Javier Ungría invierten en este sector

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La biotecnología es una inversión de futuro, cada vez más próximo, que está llamando la atención de los empresarios gallegos. De los reconocidos, como Amancio Ortega, hasta otros más discretos. La comunidad comienza a despuntar en este terreno que, todavía sigue siendo una incógnita para muchos.

Pontegadea Biotecnología es la sociedad mediante la que el fundador de Inditex invierte en el sector. El pasado ejercicio lo cerró con unas pérdidas que superaron los tres millones de euros. Fundada en 2002, su objeto social es la “adquisición, tenencia, explotación y comercialización de patentes”. Desde su inicio, la división biotecnológica ha estado ligada a un proyecto que desarrolla la Universidad de Navarra, en el que ha invertido más de 15 millones de euros a lo largo de un década.

Proyecto CIMA

La sociedad de Ortega desarrolla una parte muy significativa de sus actividad a través de una participación del 10% en una Unión Temporal de Empresas (UTE) que sustenta el Proyecto CIMA, que lleva a cabo la Universidad de Navarra, y cuyo objeto es la investigación de nuevos métodos de diagnóstico precoz y desarrollo de productos farmacológicos para ayudar a la curación de enfermedades.

Derivado del proyecto CIMA, surgió la empresa Digna Biotech, la encargada de desarrollar las patentes que obtuviese el centro de investigación con sus estudios. La sociedad no sólo está participada por Amancio Ortega. Entre sus inversores se encuentran pesos pesados del empresariado español como Alicia Koplowitz, el BBVA a través de Ciérvana o El Corte Inglés con Cinamar.

Pero, de nuevo, hay empresarios gallegos. Javier Ungría, presidente de Ungría Patentes y Marcas es consejero de CIMA desde 2004. También ha invertido en el proyecto José María Castellano, antiguo vicepresidente de Inditex y actual gestor de Novagalicia Banco. Lo ha hecho a través de la sociedad con la que participa en este tipo de negocios, Alazady Biotecnología, cuyo administrador único es su esposa. Cuando se creó el proyecto, también entró en su capital Gainmédica SL, procedente del Fondo Social Caixa Galicia.

Rosalía Mera, la pionera

No obstante, si hay una empresaria que ha representado como nadie la apuesta de las fortunas gallegas por el sector es la recientemente fallecida Rosalía Mera. La cofundadora de Inditex poseía un 5% de la biotecnológica de José María Fernández de Sousa, Zeltia, a través de Rosp Corunna Participaciones Empresariales. Firme defensora del conocido fármaco antitumoral Yondelis, siempre se mostró esperanzada con el éxito de su comercialización. Su participación está ahora en manos de su hija Sandra Ortega, aunque es su hombre de confianza, Pepe Leyte, el que se sienta en el consejo de administración de la firma gallega.

Rosp Corunna también participa desde 2009 en la compañía de capital riesgo especializada en biotecnología Cross Road Biotech.

Bioga, el clúster del sector biotecnológico

Pero más allá de las grandes fortunas gallegas, la biotecnología es un sector que comienza a tener hueco considerable en Galicia. Las empresas del ramo están agrupadas en Bioga, el Clúster Tecnológico Empresarial de las Ciencias de la Vida de Galicia. Su presidenta es Carmen Pampín. En la actualidad cuenta con 31 socios empresariales y seis institucionales.

Entre ellas se encuentra Ebiotec (del grupo coruñés Euroespes), Circe, Biolactis, Lonza, Hifas da terra o Galchimia. El conjunto de socios empresariales suma una plantilla de 500 trabajadores en la comunidad, de los cuales un 15% pertenece a los departamentos de I D. Se estima que el volumen de facturación para este 2013 superará los 60 millones de euros, tres más que un año antes.

En los proyectos de biotecnología gallega, los sectores que siguen predominando son el agroalimentario y el de salud. El clúster Bioga está destacando por su amplia actividad exportadora. Los países preferentes, además de los de la Unión Europea, son Israel, Estados Unidos, Brasil, Uruguay, India y Suráfrica.

Galchimia es un caso de éxito. Líder en España en servicios de química orgánica sintética orientada a la prestación de servicios avanzados para la industria farmacéutica tiene clientes activos en diez países. En el primer semestre del año incrementó sus ventas un 35% y prevé facturar 1,3 millones de euros en el conjunto de este ejercicio.

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