Los dueños de Alsa y el fundador de Telepizza son sorprendidos con cuentas en Bahamas
La familia Cosmen, con una fortuna de 450 millones, y Leopoldo Fernández Pujals quedan salpicados por el 'Bahamas Gate'
La familia Cosmen, la segunda fortuna de Asturias valorada en unos 450 millones de euros, según Forbes, y el empresario cubano-español, Leopoldo Fernández Pujals, fundador de Telepizza y Jazztel, han sido sorprendidos con cuentas en el paraíso fiscal de Bahamas por una nueva investigación periodística que continúa con las filtraciones de los «Papeles de Panamá».
Los dueños de Alsa llegaron a China en 1984, y para expandir su negocio de autobuses, recurrieron a una sociedad en Bahamas, paraíso tropical lavador de divisas y refugio de fortunas de magnates de medio mundo.
La familia Cosmen ha explicado que las cuentas en Bahamas fueron abiertas para gestionar la fortuna personal de sus integrantes y no para depositar los recursos procedentes de las operaciones financieras.
Las cuentas de los empresarios españoles son sólo algunas de las más de 175.000 desveladas por el Bahamas Gate, un nuevo fascículo de investigación periodística gestionada por el consocio periodístico internacional que intenta destapar a los poderosos que evaden impuestos.
El jugo de Telepizza
Por su parte, el fundador de Telepizza, Fernández Pujals, se radicó en Bahamas en 1999 después de haber vendido Telepizza por 50.000 millones de pesetas. Con esa fortuna, estableció allí su residencia permanente, en un enclave paradisíaco entre su Cuba natal y Miami, centro de sus operaciones de negocios.
Fernández Pujals, conocido como «el Rey Midas del Ibex 35» por ser el único en haber metido a dos empresas en el selectivo, mantiene al menos tres cuentas abiertas en el paraíso fiscal junto con su colaborador Pedro Español y desde 2013 comparte cargos con su mujer, la española María Linarejos Vilches Jordán.
La nación caribeña firmó un tratado de intercambio de información tributaria con España en 2011. Pero los expertos en fiscalidad aseguran que el país continúa siendo un territorio opaco y propicio para albergar los depósitos de las grandes fortunas.
