Los creadores del iPhone de la bellota siguen vendiendo móviles chinos

Los fundadores de Zetta siguen comercializando teléfonos de bajo coste a la espera de responder ante los tribunales

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Por unos meses fueron los reyes de la telefonía móvil en España. Dos extremeños, Unai Nieto y Eric Cui, se paseaban por los platós de televisión presentando los móviles Zetta, «los primeros terminales fabricados en el país». La alegría duraría poco tras saltar el escándalo: los terminales eran realmente dispositivos chinos con una pegatina encima que tapaba el logo de la marca Xiaomi y con una leve modificación en el software libre. Ahora, de manera discreta, los jóvenes siguen comercializando smartphones –ya sin el logo de la bellota mordisqueada– a la espera de resolución judicial. 

Así, se demuestra que la aventura emprendedora de los que fueron «los Steve Jobs españoles» se basa en comercializar stocks de móviles de bajo coste, y el «Silicon Valley extremeño» en el que pretendían crear 280 puestos de trabajo ha quedado reducido a una nave industrial y a otra tienda de móviles, DonMobil.

Las empresas de los padres de Zetta tienen los domicilios sociales en Madrid y no presentan actividad alguna

Para más inri, su actividad carece de transparencia. Zaframóvil –como así se hace llamar la empresa en redes sociales— no tiene web donde se identifique su número fiscal y otros datos de contacto. Algo que incumpliría con la ley de servicios de la sociedad de la información (LSSI) al no incluir el “aviso legal”, así como con la ley orgánica de protección de datos (LOPD) al no hacer lo propio con la “política de privacidad”.

No obstante, Economía Digital ha conocido que los jóvenes operan a través de la mercantil Mayorista de móviles SL. La empresa no está radicada en Extremadura, sino en Madrid, precisamente en el mismo domicilio social que Zetta (Movishark Europa SL). Ninguna de las firmas tiene sus cuentas disponibles en el registro mercantil a pesar de estar inscritas desde 2014.

Así opera el cerebro de Zetta

Las incógnitas giran en torno a uno de los padres del proyecto: Eric Cui –cuyo verdadero nombre es Bojun–, un joven chino que llegó a España siendo un niño y trabajó en Zetta como punto de conexión con los proveedores. 

Cui registró a su nombre la marca Zetta, así como el dominio de la web ya desmantelada, zettaeurope.es. Pero no fue el único, ya que en el pasado el joven se ha hecho con la propiedad de una decena de dominios entre los que figuran el nombre del mayor festival europeo de televisión, prixeuropa.com, y otros como unionpeninsular.com, alimovil.com, extremadurainnova.com, los40ladrones.com. Todas están inactivas.

El cerebro de Zetta se dedica a registrar nombres de webs ajenas a su actividad económica

Las inquietudes del empresario no terminan aquí. Más allá del mundo online, Cui ya intentó adelantarse a otras marcas en España, como Aliexpress, propiedad del gigante chino Alibaba Group y, curiosamente Mi Zetta, en cuyo logotipo quería reproducir el de Xiaomi, tal y como se refleja en el expediente de la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM). 

Los de Zetta no han sido los únicos fabricantes de falsos móviles españoles que han terminado mal parados. El proyecto de Wolder se ha liquidado y Google ha delatado a casi todos los supuestos fabricantes españoles al reconocer sólo como diseñador y fabricante a BQ. Energy, Mywigo y Weimei también han quedado fuera de la lista.

Los tribunales esperan

Los fundadores de Zetta se tendrán que sentar en el banquillo en los próximos meses. El proceso judicial está abierto desde que en febrero el juzgado de intstrucción número dos de Zafra terminara las diligencias y la fiscalía decidiera sumarse al proceso después de atender las reclamaciones de Facua e incorporar parte de su investigación.

La organización de consumidores desgranaba en sus documentos las contradicciones de estos ‘emprendedores’. En primer lugar, la empresa aseguraba en su publicidad e información comercial que se dedicaba a «la venta de terminales de elaboración propia”, algo que quedó desmentido al conocer el origen de los dispositivos.

La Fiscalía de Extremadura se ha personado en la causa

Además, Xiaomi, la marca que vendían aproximadamente por el doble de su precio original, nunca autorizó la venta ni posterior manipulación de los aparatos. Sin embargo, Unai Nieto aseguró en diferentes entrevistas que su proveedor les aseguró que lo que hacían era completamente legal.

Otro asunto espinoso que apuntó Facua fue el presunto uso de una sociedad fantasma, Zetta Europe SL, para la comercialización de los primeros dispositivos. Así se puede ver en la biblioteca digital Internet Archive, donde el texto «Copyright ZettaEuropaSL@2014» figuró en el pie de página haciendo referencia a una empresa que nunca existó.  

Un expediente paralizado

En paralelo, la Junta de Extremadura abrió un expediente administrativo que también está a la espera del desenlace judicial. La legislación en la región en materia de consumo (Ley 6/2001) contempla sanciones que van desde los 600 euros en el caso de que sean leves hasta los 600.000 si fueran muy graves.

Además, este último supuesto contempla que “podrá decretarse como sanción accesoria o autónoma el cierre temporal de la empresa, el establecimiento o la industria responsable” (Art. 41). 

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Contactados por este medio, Bojun Cui y los responsables de la nave de Zafra han declinado hacer cualquier declaración al respecto

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