Los convenios de 225.000 trabajadores gallegos penden de un hilo

El Consello Galego de Relacións Laborais alerta de una bajada generalizada de los salarios frente al aumento de la jornada

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Unos 225.000 trabajadores gallegos corren el riesgo de quedarse sin convenio colectivo por la supresión el próximo junio de la llamada ultraactividad, una vía que supone mantener la vigencia de los acuerdos laborales durante el plazo en el que se negocian los nuevos. La reforma laboral establece que, transcurrido un año sin acuerdos de negociación, el convenio decae.

Las cifras que maneja el Consello Galego de Relacións Laborais indican que actualmente en Galicia existen 845 convenios colectivos, de los que 687 terminaron su vigencia el 31 de diciembre de 2012 o en años anteriores. De estos 687, fueron denunciados –el procedimiento para solicitar su revisión– un total de 322. Estos caducarán el 7 de julio, o al cumplirse un año de la denuncia, si no se llega antes a un pacto.

322 convenios pendientes

La fecha del 7 de julio es el límite para los convenios que fueron denunciados antes de la entrada en vigor de la reforma laboral (el 6 de julio de 2012), mientras que los denunciados después irán decayendo posteriormente, cuando se cumpla un año.

De este modo, concluye el Consello de Relacións Laborais, 322 convenios colectivos «se encuentran en situación de riesgo por la supresión de la ultraactividad» y afectan a 225.000 personas trabajadoras en Galicia. Además, 81 convenios terminan su vigencia el 31 de diciembre de 2013 y, en el caso de ser denunciados, expirarán un año después.

Cálculo complicado

Los sindicatos gallegos aseguran que las cifras son difíciles de calcular y argumentan que varían según se interprete que las cláusulas para prorrogar los convenios que fueron firmadas antes de la reforma laboral son válidas después de que esta entrase en vigor.

El secretario de Relacións Laborais de la CIG, Antolín Alcántara, dice que «jurídicamente» no tiene dudas de que las cláusulas anteriores a la ley son válidas y estima que desde ahora hasta final de año peligran convenios que afectan a unos 30.000 trabajadores, aunque eleva la cifra a unos 300.000 si se tienen en cuenta los documentos que vencen en los próximos dos años.

Negociaciones bloqueadas

«La realidad es que tenemos una espada de Damocles encima de los derechos de los trabajadores», avisa el secretario de Acción Sindical de UGT, Eladio Romero; mientras que su homólogo en CCOO, Xesús Castro, manifiesta que la negociación colectiva desde que se aprobó esta norma está «bloqueada por completo en las revisiones salariales».

El presidente del Consello Galego de Relacións Laborais, Demetrio Fernández, explica que con esta nueva normativa, si se denuncia un convenio y en el plazo de un año no se cierra un acuerdo, se pasa a aplicar el de ámbito superior o, de no existir, directamente el Estatuto de los Trabajadores. Esto abre la puerta a que se pierdan los derechos consolidados en materia de salarios, jornada o libranzas.

Salarios más bajos

Pero la reforma laboral permite pactar una ultraactividad superior a un año y que el convenio siga vigente aunque no se llegue a un acuerdo. Esta situación, admite Fernández, se está utilizando en las negociaciones para pactar salarios más bajos a cambio de mantener un documento que ampare a la plantilla. «Ahora se están firmando convenios con salarios más bajos a cambio de establecer una ultraactividad indefinida como había antes», indica.

No obstante, el Consello detecta que ya desde que comenzó la crisis las subidas salariales pactadas en los convenios son cada vez menores. De hecho, hasta el 31 de marzo de 2013, el aumento salarial pactado en la comunidad fue del 1,4% –un punto por debajo del IPC–, una cifra que es «la más baja de la historia con muchísima diferencia».

Aumentan las horas

«Hay una pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores», destaca e indice en que, por su parte, la jornada «es la más alta desde que hay registros» y ha alcanzado las 1.780,83 horas anuales, según los datos de marzo de este año. «Con la crisis lo que se está es bajando salarios y subiendo jornada porque lo que se prioriza es el mantenimiento del empleo», argumenta.

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