Los bajos precios también castigan a Lence: Leche Río entra en pérdidas

La compañía saca pecho por no repercutir sobre los ganaderos la merma de ingresos y reconoce que el fin de las cuotas "añadirá convulsión a un sector muy deteriorado"

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Paradojas. Leche Río, tantas veces acusada por los ganaderos de bajar los precios o negarse a recoger la leche si no conseguía buenas tarifas, ha entrado en pérdidas, precisamente, por la caída de precios. A eso achaca el grupo que pilota Jesús Lence, el empresario que dijo que los productores hacían tractoradas porque les gustaba «ir de fiesta», un resultado negativo de 1,3 millones en el ejercicio pasado.

Leche Río, también dueña de Leyma y el mayor grupo lácteo gallego, invoca una causa de mercado, caracterizado por «una caida del consumo y un exceso de oferta, lo que ha llevado a la caída de precios», explica la empresa en su informe de gestión correspondiente al ejercicio 2014. El análisis señala indirectamente a los pagos recibidos por parte de las cadenas de distribución, el último eslabón de la cadena de valor, a las que Jesús Lence vende principalmente productos lácteos, si bien facturó también 409.000 euros por la venta de agua mineral.

La cifra de negocio de la compañía cayó 8 millones, hasta los 218,4 millones, el resultado de explotación fue negativo en 92.900 euros y el resultado neto pasó de las ganancias de 1,73 millones en 2013 a las pérdidas del curso pasado.

Los ganaderos cobraron igual

A pesar de este balance, el grupo de Jesús Lence, quien maneja también un próspera división de carburantes, saca pecho, al considerar que no ha repercutido sobre los productores el descenso en los ingresos de Leche Río. «Obsérvese que tal caída, aun habiéndosele trasladado a los productores, no ha absorbido la variación experimentada. Con una bajada de 8,2 millones de euros en la facturación, el coste de aprovisionamiento es prácticamente el mismo», dice la compañía.

Efectivamente, el dinero empleado para abastecerse de materia prima se mantuvo prácticamente planto. Eran 179,9 millones en 2013 y fueron 179,7 millones en 2014. No ofrece Leche Río datos sobre los litros recogidos a lo largo del año. Representa en torno al 18% del total de la leche recogida en Galicia, por lo que el declive de sus cifras no es una buena noticia para los productores, por más encontronazos que hayan tenido.

La reconversión del sector

Leche Río ya advertía que «la reciente liberalización de la producción por la eliminación de las cuotas establecidas desde hace años añadirá convulsión a un sector ya muy deteriorado». Y así está sucediendo, en un momento en el que el Gobierno intenta que distribución e industria adquieran compromisos para no ahogar a los ganaderos. La propia Leche Celta reconoció que la industria también estaba muy tocada e instó a dejar de utilizar la leche como producto reclamo, aunque la cadena se está rompiendo por el eslabón más débil y son centenares de granjas las que peligran en Galicia.

El grupo de Jesús Lence estima que tiene «la fortaleza económica suficiente» para afrontar «la reconversión sectorial que se va a producir en el mercado», e incluso para emprender nuevos proyectos como «la fabricación de leche concentrada, de mayor valor añadido y menor competencia». Se basa en un fondo de maniobra positivo de 30 millones, unos activos valorados en más de 150 millones y cuatro centros productivos en Galicia, dos en O Ceao (Lugo), otra en Láncara y la de Leyma en Sabón (Arteixo).

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