Los aranceles de Trump pasan factura a Alcoa
La multinacional Alcoa rebaja sus previsiones económicas debido al impacto de los aranceles al aluminio de Trump
El proteccionismo de Donald Trump también castiga a las empresas norteamericanas. Al menos a Alcoa, que ha rebajado sus previsiones económicas por el impacto negativo de los aranceles al aluminio. Así lo ha manifestado la multinacional con plantas en A Coruña, Lugo y Asturias tras asumir un coste de 13 millones de euros durante el segundo trimestre del ejercicio debido a los gravámenes a la importación desde sus centros radicados lejos de territorio estadounidense.
«La incertidumbre persiste en la cadena global de suministros debido a los aranceles de EEUU y las actuales interrupciones en el suministro de alúmina en la región atlántica», destacó la compañía en la presentación de los resultados del primer semestre del año.
Alcoa recorta en 500 millones las previsiones
En este periodo, el beneficio de la compañía cayó un 25%, situándose en los 194 millones de euros. La facturación de Alcoa entre enero y junio alcanzó un total de 6.669 millones de dólares (5.744 millones de euros), un 20,9% más que un año antes, mientras la deuda neta de la compañía aumentó un 218% respecto al cierre del primer trimestre, hasta 840 millones de dólares (723 millones de euros).
En cuanto a las previsiones para el conjunto del año, la multinacional rebaja el beneficio bruto de explotación en 500 millones de dólares, estimando un resultado positivo que se situará entre los 3.000 y los 3.200 millones de dólares (entre 2.586 y 2.758 millones de euros). «La nueva previsión para todo el año refleja los actuales precios del mercado, los aranceles sobre las importaciones de aluminio, los mayores costes de la energía y algunos impactos operativos», precisó la compañía.
Alcoa es el mayor productor de aluminio de los Estados Unidos y mantiene tres plantas de producción en España. En los últimos años, los elevados precios de la electricidad y las oscilación en las primas de interrumpibilidad, las subvenciones del Gobierno a los grandes consumidores, ha hecho que la compañía ponga en duda su continuidad en A Coruña, Asturias y Lugo por la falta de un marco energético.
