Los ahorros fiscales de las navieras

Con la tax lease anterior, la Agrupación de Interés Económico (AIE) adelantaba la financiación necesaria siempre que, además del cumplimiento de otros requisitos, se trasladase al menos el 75% de la ventaja fiscal obtenida a la entidad naviera que acabaría quedándose el buque. Los incentivos tributarios en la construcción naval para las entidades ajenas al sector se encuentran en el ámbito del Impuesto de Sociedades. En el caso de los Freire y Megasa, esas inversiones les llevaron a tener bases imponibles negativas en lo que respecta al Impuesto de Sociedades, con el consiguiente ahorro al no tener que pagarlo a pesar de sus beneficios.

Fue así como en 2010, Megasa había logrado unos beneficios de 82,6 millones de euros, pero una base imponible negativa de 11,3 millones de euros, con lo que generó el consiguiente ahorro en el Impuesto de Sociedades. Un año después, el 2011 (último con cuentas presentadas), el beneficio fue de 79,3 millones, con una base imponible que dio la vuelta y se situó en 76,4 millones. Esto fue consecuencia de la evolución de algunas de sus participaciones en las AIE, entre ellas la Naviera Corcubión.

Naviera Corcubión

De hecho, en su memoria, la compañía señala que “tiene formalizado un contrato marco relativo a la estructura de financiación de la construcción de un buque, pero como consecuencia de las dificultades técnicas acaecidas en el proceso de construcción y a su vez, a causa de las dificultades financieras que experimenta el astillero, se ha producido la suspensión de la estructura de tax lease a la que se encuentra sujeta la construcción de este buque, quedando la construcción del mismo pendiente de finalización”. Debido a ello, los Freire decidieron “cancelar de todos los derechos y obligaciones que tenía reconocidos con esta Naviera Corcubión”.