¿Logrará el Sabadell mantenerse entre los cinco grandes?

La 'boda' del Popular con el Pastor deja al banco que preside Oliu con un tamaño insuficiente para afrontar los retos del mercado. La entidad admite que estudia nuevas operaciones de crecimiento. Los principales accionistas estimulan una operación que les devuelva visibilidad en el sector

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Tras el acuerdo para la absorción de Banco Pastor por Popular, los ojos de los todos los expertos y analistas se han vuelto hacia el Banc Sabadell. Con un valor en bolsa de apenas 3.700 millones de euros, el mercado es consciente de que la entidad tiene que mover ficha. Una idea que dan por buena fuentes cercanas al propio banco: “Teníamos un tamaño que era suficiente, pero el entorno ha cambiado y nos hemos quedado a medio camino”.

Con 95.000 millones de euros en activos, el banco se aleja mucho de los 170.000 millones que alcanzará el Popular cuando cierre la absorción de Pastor. Por lo tanto, Sabadell es la sexta entidad del sistema financiero español –superado por los dos grandes, Bankia, Caixabank y el citado Popular–, lo que puede complicar el acceso a la financiación en los mercados.

En julio, tras la presentación de los resultados del segundo trimestre, el consejero delegado del banco, Jaume Guardiola, reconoció que el objetivo es volver a la cuarta posición que tenía antes de los cambios que se han producido en el sector financiero español. “Habrá oportunidades para que el banco pueda dar un salto de tamaño”, aseguró entonces.
Soltero antes que pagar la boda

El principal accionista de la entidad barcelonesa admitió el viernes, a preguntas de Economía Digital, que todas las posibilidades para ganar tamaño están abiertas, pero no a cualquier precio. “Prefiero quedarme sin novia que pagar toda la dote”, dijo el presidente de la editorial Planeta, José Manuel Lara, para ilustrar que el precio pagado por el Popular para hacerse con el Pastor supera lo que el Sabadell estaba dispuesto a ofrecer. “Un banco con un negocio recurrente que va bien”, agrega para destacar la salud financiera del grupo financiero del que es vicepresidente.

En estos momentos, hay tres cajas que han sido nacionalizadas –CatalunyaCaixa, Unnim y Novacaixagalicia– y que buscan inversores o que podrían trocear una parte de su negocio, otras dos en periodo de prórroga concedida por el Banco de España –Banco Mare Nostrum y Liberbank– y la CAM, que será subastada.

En Barcelona, todavía existe quien desearía que el Sabadell retomara las conversaciones que mantuvo con La Caixa a principios de este año. El propio Lara y otros accionistas del banco (Isak Andic y Joaquín Folch-Rusiñol) estarían impulsando una negociación en ese sentido, según ha podido saber ED. La operación, sin embargo, parece tener pocos visos de prosperar, puesto que La Caixa ya no tiene el interés de entonces. La situación de los mercados, la cerrazón del crédito y la incertidumbre sobre el sector, explican fuentes conocedoras de esa realidad, hace imposible una absorción en estos momentos.

La otra opción levantina

A estas opciones hay que añadir Banco de Valencia, por el que Bankia estaría dispuesto a escuchar ofertas o, por qué no, otro mediano venido a menos como Bankinter. El objetivo es cerrar una compra este mismo año. Las mismas fuentes aseguran: “No hay que precipitarse y hacer una operación a cualquier precio. Podría ser el año que viene”.

Aparentemente, la CAM podría ser una pieza demasiado grande para Sabadell, que competirá con los gigantes Santander, BBVA y Caixabank por quedarse con la caja intervenida por el Banco de España. Sin embargo, el mercado valenciano es atractivo para Sabadell, que tiene allí una implantación menor que las de sus competidores. Mejor pequeño que absorbido.

Y, sobre todo, la CAM daría un salto cualitativo y cuantitativo que necesita más que nunca para hacer frente al golpe en la mesa del Banco Popular. “Una operación como la de CAM sería algo así como una huida hacia adelante. Es mejor eso que quedarse con un tamaño insuficiente con la que está cayendo en el sector o ser absorbido. No obstante, el Sabadell es demasiado grande para eso”, asegura el analista de una firma internacional que prefiere no ser citado.

Los rumores también apuntan al Banco de Valencia. La entidad, que ha sufrido un durísimo castigo este año en bolsa, ha reaccionado en el parquet tras el anuncio de la absorción de Banco Pastor. Aunque también está lastrada por una tasa de morosidad muy elevada y un volumen de préstamos a promotores de difícil digestión, siempre ha habido rumores sobre el presunto interés del Sabadell por la entidad valenciana, que apenas vale en bolsa 575 millones de euros a pesar de que su cotización ha subido un 60% en una semana.

Cazador más que presa de otro banco. También lo ven así de claro en Renta 4 a la hora de analizar la estrategia previsible que puede desarrollar el banco catalán. “No vemos al Sabadell siendo objeto de compra por parte de alguno de los cuatro grandes. Entendemos que es más probable que los pesos pesados del sector prefieran quedarse con alguna entidad en dificultades, alguna caja, antes que pagar una gran cantidad de dinero o de acciones por un banco que capitaliza tanto como el Sabadell”, afirma la experta en banca de esta entidad, Núria Álvarez.

Nivel de capital

Para Renta 4 la compra de alguna de las cajas en dificultades no parece sin embargo una de las opciones más probables que puede tener ante sí el banco que preside Oliu dado el impacto que podría tener en sus niveles de capital básico, y más ahora cuando las autoridades europeas se plantean subir el nivel mínimo en dos puntos porcentuales.

La opción más factible sería la compra o fusión de alguna entidad mediana que sea complementaria. Bankinter, por ejemplo, cuyo negocio está muy centrado en hipotecas para cliente minorista, se complementa bien con el banco catalán, más centrado en pymes.

Para Atlas Capital el margen de maniobra del banco es menor. “La situación del Sabadell es complicada debido a las adquisiciones que realizó en su día para ganar tamaño, con lo cual sus opciones son limitadas”. Su mejor baza sería la CAM, teniendo en cuenta las condiciones tan favorables que ha fijado el Banco de España para el posible comprador en términos de impacto en su solvencia. Pero llevarse la victoria en esta batalla se presenta difícil, sobre todo cuando en el sector se considera al Santander como probable ganador de la puja.

Cajas y Bankinter, otras opciones

La opción de adquirir otra caja no parece fácil, porque sería añadir activos complicados a un banco que ya los tiene. Malo sobre malo no suele arrojar nunca un resultado bueno añaden en Atlas. Tampoco parece fácil la alternativa Bankinter, ya que cualquier operación de compra o fusión tiene que pasar por el consejo de Crédite Agricole, que controla el 30% de la entidad.

Por su parte, Citi, que pinta un gris, sino negro, panorama de la banca española en su último informe, otorga al Banc Sabadell un precio objetivo de 1,85 euros, en la parte baja del rango e inferior a la cotización actual, que ronda los 2,6 euros. Además, ese precio objetivo “no incluye los riesgos derivados de posibles operaciones de fusión o compra que puede llevar a cabo Sabadell teniendo en cuenta el proceso abierto en el sector y el papel protagonista que quiere jugar la entidad catalana”.

La firma norteamericana entiende que ese precio objetivo refleja correctamente los riesgos derivados de un posible crecimiento del volumen de ingresos más débil de lo esperado, un rápido deterioro de calidad de los activos, y las presiones sobre los márgenes del pasivo.

Para Citi, a pesar de la reciente ronda de fusiones, España todavía tiene todavía muchos bancos. Por ello sostiene que más instituciones deben sumarse al pelotón de cabeza formado por Santander, BBVA, Bankia y CaixaBank, aumentando su volumen de activos por encima de los 200.000 millones de euros.

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