Las ventas de Carlyle mantienen en la indefinición a la certificadora Applus

Un año después de salir a bolsa, la multinacional de inspección y certificación acumula una depreciación del 25%

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Aparentemente, a tenor de sus resultados –con esos 24 millones de beneficios en 2014, mejorando los 170 millones perdidos un año antes–, todo marcha más o menos bien en Applus , la multinacional que, desde 2011, dirige Fernando Basabe como consejero delegado.

Pero lo cierto es que desde lugares tan dispares como Luxemburgo, Fort Lauderdale (EEUU), Singapur, París o Swindon, en el Reino Unido, los fondos que mantienen el 50% del capital siguen haciendo y deshaciendo un año después de la salida a bolsa, con ampliación de capital incluida de 300 millones de euros.

En estos doce meses, el valor unitario de uno de los líderes mundiales de ensayo, inspección y certificación ha retrocedido un 25%. Salió a bolsa el 12 de abril del pasado año a un precio de 14,5 euros la acción y anda ahora por los 11 euros, tras remontar en los últimos cuatro meses su mínimo registrado a mediados de diciembre, cuando los títulos bajaban de 8 euros.

Vaivenes accionariales

Detrás de estos vaivenes están esos fondos, que, en el balance, tras compras y ventas, se han dejado por el camino un 16% del capital de Applus desde abril de 2014. La principal salida, la de los fondos luxemburgueses de Carlyle, una de las mayores gestoras mundiales de capital riesgo.

El pasado 14 de abril, en una colocación acelerada, la sociedad luxemburguesa CEP III, controlada por Carlyle, vendía 15 millones de acciones de Applus . Las tenía repartidas en dos fondos, Azul Holding y Azul Finance. Se deshizo en su totalidad de estas últimas y se quedó con algo más de 31 millones de títulos en manos de Azul Holding.

Ingresos de 165 millones para Carlyle

El resultado de esta operación, de rebajar del 35,5% a casi el 24% en la multinacional de la certificación, ha supuesto para el fondo de Carlyle el ingreso de 165 millones de euros al vender la acción a 11 euros, precisamente el valor al que, después de bajar durante unos días, ha vuelto a situarse al final de la jornada de ayer.

La desinversión de Carlyle en Applus se produce ocho años después de su entrada, cuando se puso de acuerdo con Catalunya Caixa y otras pequeñas cajas catalanas para adquirir la certificadora por 1.480 millones de euros, incluyendo en ese precio los 360 millones que entonces adeudaba.

La gestora de riesgo se quedaba con el 75% de la compañía, CatalunyaCaixa y el resto de cajas con el 17,5%, y un 7,5% que quedaría en manos de los socios que financiaban la operación, ya que el fondo solo puso 395 millones de euros. Los 1.085 millones restantes los puso un sindicado bancario de siete entidades, entre ellas La Caixa, CatalunyaCaixa y Bankia, la entonces Caja Madrid presidida por Miguel Blesa.

El Gobierno de Singapur también sale

Unos días antes de esta operación también puso tierra de por medio en Applus el Gobierno de Singapur. Hace un año, en la salida a bolsa, se convirtió en el segundo accionista al pagar 116 millones de euros para hacerse con el 6,15% de las acciones de la multinacional española.

Desde entonces ha ido vendiendo pequeñas participaciones con minusvalías. El pasado 31 de marzo, las ventas fueron de mayor empaque. Colocó en el mercado casi 1,4 millones de títulos hasta cuadrar su participación en el 4%.

Otros fondos entran

Las salidas de Carlyle han sido compensadas con el aumento de participación de la sociedad de gestión Franklin Templeton Investment. Lo ha hecho comprando, el pasado 13 de abril, 1,32 millones de acciones –prácticamente las que dos semanas antes había vendido la empresa pública del Gobierno de Singapur– para aglutinar casi 4 millones de acciones, representativas del 3% del capital de Applus, la empresa que, en representación de Carlyle, preside Christopher Cole.

También ha confiado en el futuro de Applus la gestora de fondos británica Ameriprise Financial. Compró 5 millones de acciones en la salida a bolsa y, tras varias operaciones, cuenta ya con casi 7 millones de acciones, equivalentes al 5,3%.

Carmignac Gestión, Crédit Suisse, Deutsche Bank, Morgan Stanley y UBS también se han dejado posiciones, aunque llevan meses sin tocar la participación en Applus . En conjunto, sumaban casi el 20% hace un año, tras la salida a bolsa, y ahora acumulan casi el 14%.

Incentivos para directivos y empleados

Que las cosas parecen ir bien y lo seguirán haciendo en el futuro de Applus lo demuestra el plan general de incentivos para directivos y empleados que se acaba de poner en marcha.

Lo hará para entregar de derechos sobre acciones a largo plazo. Su vigencia se extiende entre 9 de marzo de 2015 y el 9 de marzo de 2018, y conlleva la entrega a sus beneficiarios de restricted stock units (RSU) por un importe total aproximado máximo de 208.181 RSU, que serán canjeables por acciones de Applus (cada RSU canjeable por una acción) en tres tramos, a razón del 30% el 9 de marzo de 2016, del 30% el 9 de marzo de 2017 y el 40% restante el 9 de marzo de 2018.

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