Las negativas de Hacienda ponen en duda las cuentas del Deportivo

El club pide un trato igualitario al recibido por otros equipos, pero la Agencia Tributaria duda que pueda abonar su deuda

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El Deportivo está al borde del concurso de acreedores, un proceso al que se han acogido numerosos clubes de fútbol que militan o militaron en Primera División. El presidente de la entidad, Augusto César Lendoiro, anunció este martes que someterá al club a la Ley Concursal antes de que acabe el año, si no se produce un acuerdo inminente con Hacienda, que ofrezca facilidades al Deportivo para abonar la deuda a sus acreedores.

Los argumentos del presidente son indiscutibles. Sostiene que el club genera anualmente entre 8 y 12 millones de beneficio, de manera que, con unos plazos más cómodos y una vez levantando el embargo sobre la práctica totalidad de los ingresos, podría pagar el total de la deuda. Entonces, ¿por qué Hacienda mantiene con el Deportivo un trato distinto al que ha dispensado a otros clubes? Las fuentes jurídicas consultadas por Economía Digital coinciden: porque no tiene garantías de que el Deportivo pueda pagar su deuda.

He aquí la contradicción. O los números del Deportivo no son tan buenos como los presenta Lendoiro o Hacienda le impone unas condiciones más duras que a otros clubes en su misma situación. “Yo he negociado con Hacienda los pagos de deuda de clubes gallegos y la Agencia Tributaria condona deuda, hasta un punto que podría escandalizar. Si no negocia es porque no ve posibilidades de cobrar. Entonces estamos hablando de una quiebra técnica o de algo más, pero es muy difícil valorarlo sin auditar las cuentas primero”, expone un abogado gallego que no quiso revelar su nombre.

Liquidación

El Deportivo mantiene que la deuda está en torno a los 100 millones de euros, pero que la viabilidad del club es indiscutible. Si el club decide finalmente acogerse a la Ley Concursal voluntaria, la gestión económica de la junta directiva saldrá a la luz. El juez dictaminará si acepta o no el proceso concursal y, en caso afirmativo, designará a los nuevos administradores, que elaborarán un informe sobre las cuentas del club. Este informe determinará su viabilidad y condicionará decisivamente el futuro de la entidad.

En Galicia, Celta y Sociedad Deportiva Compostela se acogieron también a la Ley Concursal con suertes muy dispares. El club vigués presentó un concurso de acreedores en 2008 para afrontar una deuda que superaba los 70 millones. Ahora, milita en Primera División y, según sus previsiones, le quedarán por pagar a finales de curso 14 millones de euros. En el caso del club compostelano, desapareció definitivamente en 2011. La administración judicial consideró que la entidad no era viable y decidió capitalizar sus activos para pagar a los acreedores hasta donde llegase el dinero. Es decir, inició su liquidación.

El Deportivo parece muy lejos de una situación similar. Al contrario, en el club consideran que el concurso de acreedores podría incluso beneficiarle, al paralizar el embargo y aplazar el pago de la deuda. Sin embargo, la contrapartida sería grande, ya que las decisiones de la junta directiva estarían sometidas a la administración concursal. El funcionamiento se ralentizaría y las entradas o salidas de jugadores –o de cualquier partida económica– dependerían de la autorización de los nuevos administradores.

Descenso administrativo

Durante un tiempo, la Ley Concursal funcionó como un salvavidas para evitar el descenso administrativo, es decir, un descenso forzado por los impagos de los clubes. En 2011, sin embargo, el congreso de los Diputados reformó la ley para evitar prácticas dudosas. La ventaja del concurso de acreedores radicaba en que permitía suspender pagos y, al mismo tiempo, evitar el descenso, algo que denunció durante mucho tiempo la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE).

Augusto César Lendoiro quiso este martes ahuyentar ese temor. El presidente aseguró que no hay “ninguna posibilidad” de que el Deportivo descienda por vía administrativa, sin especificar más sobre el asunto.

Intervenidos

En principio, el concurso de acreedores no debería afectar al devenir del Deportivo en la presente temporada, más allá del la pérdida de velocidad en la operatividad de la entidad, que tendrá que pasar por el filtro de la administración concursal cada uno de sus movimientos. Para ello, el juzgado de lo mercantil deberá primero  encontrar motivos suficientes para aceptar el concurso de acreedores.

La ley también establece una pauta de proporcionalidad en el pago de la deuda. Es decir, no beneficiará a un acreedor en perjuicio de otro. Lo normal es que la deuda sea renegociada, que los acreedores asuman una quita y que los plazos para los pagos se prolonguen . Este fue uno de los argumentos más repetidos por Lendoiro para solicitar a Hacienda más facilidades. “Nosotros queremos pagar todo a todo el mundo. Hacienda no tendría que renunciar a ninguna parte de la deuda”, dijo el presidente del Deportivo.

Al margen del argumento ético, otra de las consecuencias que quiere evitar el Deportivo es la intervención de la toma de decisiones, que una vez sometido a la Ley Concursal, tendrán un enfoque estrictamente económico. El club, bajo la administración concursal, tendrá como objetivo principal el pago de la deuda, dejando en un plano secundario lo puramente deportivo.

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