Las inmobiliarias se ofrecen para vender «a coste cero» el suelo industrial de la Xunta
La patronal gallega registra una propuesta que contempla la comercialización de las parcelas en alquiler a cinco años con opción a compra a unos precios entre 20 y 40 euros el metro cuadrado
Las inmobiliarias gallegas retoman un viejo proyecto para comercializar el suelo industrial de la Xunta ante las dificultades que, en los últimos años, han encontrado las plataformas Xestur –posteriormente fusionadas en un sólo organismo– para encontrar inquilinos en los parques industriales de Galicia. La cesión de parcelas a las empresas comercializadores estaba acordada durante la etapa de Agustín Hernández como conselleiro, pero acabó enterrado en un cajón sin llegar a materializarse.
Ahora, la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias toma la iniciativa y ha registrado una propuesta de proyecto para encargarse del suelo industrial en la provincia de Ourense. Las inmobiliarias se ofrecen a comercializar las parcelas a coste cero, en alquiler con opción a compra a cinco años y a bajos precios.
Los precios
La propuesta registrada en el Instituto Galego de Vivenda e Solo marca unos precios de alquiler de entre 250 y 400 euros al mes. Del mismo modo, los precios de venta se establecen en una horquilla entre 20 y 40 euros por metro cuadrado. Las cuantías abonadas durante la fase de alquiler se descontarían del precio final.
Creen en Fegein que estas tarifas harían competitivo el suelo ourensano frente a los precios del norte de Portugal y Ponferrado, «evitando que sigan deslocalizándose empresas hacia esos territorios», explica el presidente de la patronal, Benito Iglesias.
Crear tejido productivo
Del mismo modo, Fegein defiende que poner en marcha esta iniciativa «propiciaría la creación de puestos de trabajo estables» y facilitaría el acceso a suelo «a nuevos emprendedores y empresarios» con unos precios adaptados a sus necesidades.
¿Dónde está el negocio para las inmobiliarias si comercializan gratis? En dos puntos. Por un lado, los beneficios de la propia reactivación económica y la instalación de nuevas empresas; por otro, las promociones que puedan surgir de la venta de las parcelas.
