Las heridas “irreversibles” que infringió Cementos Cosmos a Cova de Eirós, según Adega

La asociación ve indicios de prevaricación en la tramitación de la licencia y pide a la Fiscalía que investigue también al Ayuntamiento de Triacastela

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La tensión que rodea a la actividad de Cementos Cosmos en Galicia, ya sea por el progresivo abandono de la fábrica de Oural en Sarria o por la reapertura de la cantera de Vilavella en Triacastela, sigue en aumento. Mientras la cementera del gigante brasileño Votorantim denuncia a todo lo que se mueve en los ayuntamientos lucenses, sufre en sus propias carnes las denuncias de colectivos ecologistas y formaciones políticas como AGE por reanudar la actividad minera sobre Cova de Eirós, “catedral” del Paleolítico gallego “que alberga las únicas pinturas rupestres conocidas de esa etapa en todo el noroeste peninsular”, según la definió Salvemos Cabana.

La mina de donde Cosmos extrae caliza para elaborar sus cementos ha llegado a la Fiscalía. La asociación Adega pidió la suspensión cautelar de la actividad minera para preservar la integridad de la cueva y denunció una larga lista de posibles irregularidades en la tramitación de la licencia municipal, que permitió a la empresa reanudar su actividad en la cantera. Adega ve incluso “indicios de prevaricación”, por lo que pide a la Fiscalía que investigue también al Ayuntamiento de Triacastela. En su denuncia, la asociación relata los daños causados por la explotación minera en el yacimiento:

Filtraciones

Explica Adega que la excavación eliminó la capa superficial de tierra y la capa vegetal que cubría la cueva, lo que provocó un “aumento brutal” de la filtración de agua. A esto se suma la alteración del nivel freático, que convirtió al yacimiento en una esponja que acumula humedad. La presencia del líquido elemento está borrando las pinturas rupestres, que fueron realizadas con carbón y pigmentos de tierra.

“Los arqueólogos constatan que las pinturas se han deteriorado más en las últimas tres décadas que en los muchos milenios anteriores”, apunta Adega.

Voladuras

Por otra parte, el uso de explosivos en la actividad minera también golpeó Cova Eirós. Según Adega, provocó el desprendimiento de estalagtitas y estalagmitas, así como la aparición de grietas en las paredes rocosas. Las condiciones impuestas a Cosmos para reanudar la explotación establecen una distancia mínima de dos kilómetros para el uso de explosivos y la construcción de un macizo de piedra de protección, medidas que la asociación considera insuficiente.

Recuerda que el espacio está dañado y debilitado por años de actividad. “Equipos de paleontólogos y arqueólogos durante las campañas de investigación de Cova de Eirós certifican que, en años anteriores, durante la actividad ilegal de la cantera, eran evacuados por existir grave riesgo de derrumbamiento”, apunta en su denuncia.

La imagen de Galicia

Finalmente, Adega recuerda que Cova de Eirós es un yacimiento “internacionalmente reconocido” y que la presencia de actividad minera sobre el espacio daña sensiblemente la imagen de las administraciones, “especialmente de los departamentos que tienen por objeto la protección del patrimonio”.
También recuerda que la mina es incompatible con la explotación turística del patrimonio y que el Ayuntamiento de Triacastela se gastó 18.000 euros en una página web para promocionar Cova Eirós.

“Una autorización con medidas correctoras podría minimizar los impactos sobre Cova de Eirós, pero no eliminarlos, ya que son irreversibles, irrecuperables en el tiempo, y afectan a un patrimonio de altísimo valor, tanto para el Ayuntamiento de Triacastela como para la sociedad”, concluye Adega.

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