Las empresas gallegas que salieron del agujero en 2014

Este ejercicio Adolfo Domínguez redujo su deuda, mientras que San José logró refinanciar su deuda con la banca y Pescanova, el Deportivo y Caramelo superaron el concurso de acreedores

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En Galicia los concursos de acreedores y las disoluciones de empresas se redujeron este año un 15% y un 23% respectivamente en relación al año anterior. De los grandes grupos con problemas dentro de la comunidad muchos han logrado salir del pozo este año, o reducir considerablemente su deuda. Otros no lo han logrado, como Pórtico, que se ve abocada a la liquidación tras superar la suspensión de pagos.

De Adolfo a Caramelo

Entre las compañías que han conseguido pisar el acelerador para dejar atrás la crisis destacan varias del sector textil gallego. Una de las más significativas es la cotizada Adolfo Domínguez. Aunque el grupo del modisto ourensano sigue arrastrando un considerable pasivo, este 2014, y tras casi dos años de recortes, cerró el primer semestre con una reducción de su deuda del 45% con respecto al mismo período de 2013. Este ejercicio ha continuado cerrando tiendas, en concreto, a mitad de año llevaba casi 50 cierres entre España y Portugal. No obstante, no sólo ha rebajado su deuda, sino que ha logrado que otros inversores apuesten por su proyecto. Es el caso del propietario de Mayoral, que tiene casi el 4% de su capital.

En el sector textil también este fue el año en el que Caramelo, del grupo de Manuel Jove Inveravante, abandonó el concurso de acreedores, en el que entró con una deuda que rondaba los 100 millones de euros, 43 millones sólo con los bancos. Tras una fuerte reducción de activos no rentables, el grupo llegó a un acuerdo con sus acreedores que pasó por activar quitas del 80% sobre la deuda con un período de carencia de pago de tres años. En estos momentos, la firma textil acomete un ambicioso cambio de imagen y de negocio, con el que espera recuperar el esplendor de épocas pasadas.

San José llegó a acuerdo

Entre las cotizadas gallegas que han logrado superar dificultades este 2014 también ocupa un lugar destacado la primera constructora de Galicia, San José, del empresario pontevedrés Jacinto Rey.

Tras un año de tensas negociaciones con la banca, en el que parte de sus acreedores llegaron a vender deuda en el mercado a precio de derribo, el grupo inmobiliario logró llegar a acuerdo con el 75% de sus entidades acreedoras para refinanciar una ingente deuda de más de 1.600 millones de euros. La compañía reestructurará su división corporativa, la de construcción y la inmobiliaria. No obstante, la banca se quedará con el control de esta última ya que capitalizará deuda por valor de 280 millones de euros.

A pesar del alto precio que ha tenido que pagar San José, con este acuerdo se disipa la posibilidad de entrar en concurso de acreedores, algo que no puede decir, por ejemplo, Martinsa, sobre la cual planea la sombra de la liquidación al ser incapaz, por el momento, a llegar a entendimiento con las financieras que tienen deuda atrapada en la inmobiliaria de Fernando Martín, que mantiene su sede social en A Coruña desde los tiempos de Fadesa.

Pescanova

También en este ejercicio logró salir del atolladero Pescanova. En marzo se cumplió un año de su entrada en concurso de acreedores y de sus suspensión de cotización en bolsa, luego de descubrirse que sus cuentas estaban falseadas.

La multinacional pesquera ha conseguido salir del concurso de acreedores y en los nueve primeros meses del año consiguió un beneficio neto de 1.786 millones de euros, un dato irreal no obstante que tiene que ver más con el impacto del registro contable de la quita sobre sus créditos concursales. En septiembre, el patrimonio neto del grupo seguía siendo negativo, de 432 millones de euros, aunque las perspectivas de mejoría por parte de la banca acreedora, su nueva dueña, son altas.

Las previsiones pasan porque este 2015 finalicen los concursos de acreedores impulsados en sus filiales con el objetivo de sanear correctamente todo el grupo. Posteriomente se creará la sociedad Nueva Pescanova, que aglutinará los activos del grupo.

El Dépor y su ampliación de capital

Otro de los grupos que enfiló la recuperación este ejercicio fue el Deportivo de La Coruña. A principio de año abandonó el concurso de acreedores. Además, bajo la nueva dirección de Tino Fernández, el también presidente de Altia, consiguió llegar a un acuerdo singular con su principal acreedor, la Agencia Tributaria.

Ante sí tiene ahora el reto no sólo de mantenerse en Primera División, sino también de sacar adelante con éxito una ampliación de capital de al menos seis millones de euros (que puede llegar a 7,8 millones). Se desarrollará en cinco fases y culminará en 2017.

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