Las empresas con directivas en la cúpula amasan seis puntos más de beneficio neto

La presencia femenina en la alta dirección fomenta la competitividad y aporta diferentes enfoques sobre cómo llevar una empresa

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Un buen motivo para impulsar la igualdad de género en las empresas: las que son rentables y tienen al menos un 30% de mujeres en puestos de liderazgo pueden aumentar hasta un punto porcentual su margen neto. Es más, si hay mujeres en la alta dirección se puede aumentar hasta en seis puntos el beneficio neto.

Estas son las conclusiones del estudio Is Gender Diversity Profitable? (¿Es rentable la diversidad de género?), que han elaborado el centro Peterson Institute for International Economy, de Estados Unidos, y la consultora española EY (Ernst & Young).

Otro motivo: un estudio de la agencia Informa D&B concluye que las empresas con mujeres en sus consejos de administración tienen un riesgo crediticio menor que las demás: el 43% de las empresas con menos del 40% de mujeres en la dirección tienen un riesgo bajo o bajo medio, pero esta proporción sube al 47% para las empresas que cuentan con una mayor representación femenina.

«Avanzar hacia la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres es, además de una cuestión de justicia y equidad, un asunto económico, empresarial y social con un impacto significativo en el rendimiento de las empresas», dice María Jesús Ortiz, del Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades (del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad).

¿Por qué una empresa con más mujeres directivas tiene mejores resultados? Una pauta puede ser que una mayor representación femenina «aumenta la diversidad de competencias y aptitudes de una organización», precisa el estudio de Peterson y EY. Dicho de otra forma: las mujeres pueden aplicar criterios de gerenciamiento y administración diferentes, y este cambio de enfoque permite un mejor rendimiento económico.

La diversidad es buen negocio

Otro punto es que con más mujeres directivas se tienen menos políticas discriminatorias, y se generan mayores acciones de tolerancia en las forma de hacer negocios. Y las empresas deberían tomar nota de algunos rasgos distintivos de las ejecutivas.

«Las mujeres suelen tomar decisiones más orientadas al largo plazo y tienden a ser más conservadoras en sus aproximaciones a los problemas y retos que afrontan las empresas a diario. Además, en la mayoría de casos ejercen un liderazgo más inclusivo, lo que genera un mayor compromiso por parte del equipo y permite que los profesionales den lo mejor de ellos mismos», dice Eva Abans, socia directora de EY en Cataluña.

Además, según un estudio del Consejo Superior de Cámaras de Comercio, que haya mujeres tanto en los cargos directivos como en los puestos técnicos de una compañía «potencia un efecto positivo sobre la competitividad empresarial». ¿Y por qué? «Porque cuanto más diversa e inclusiva sea una empresa, más probabilidades tiene de incorporar al mejor talento posible, una pieza clave para impulsar la competitividad», agrega Abans.

La tecnología fomenta la igualdad

Si a una mujer se le otorgan las mismas herramientas que a un hombre, es muy posible que le saque una mejor partida. Eso es lo que concluye la consultora Accenture, que en base al concepto de «fluidez digital» (la efectividad en el uso de las nuevas tecnológicas), dice que las mujeres lo saben aprovechar mejor al momento de encontrar trabajo.

España es uno de los tres países del mundo donde las mujeres están por delante de los hombres en el mejor uso de la fluidez digital, y se calcula que en un país desarrollado, donde gobiernos y empresas fomenten el uso intensivo de las nuevas tecnologías, las diferencia de género se podrían reducir en 25 años en vez de los 50 que se calcula actualmente.

Esas son las caras amables de estos informes, que en el caso del estudio de Peterson y EY, revela que entre 13.017 empresas analizados en todo el mundo, el 60% no tiene a ninguna mujer en su consejo de administración. Y menos del 5% cuentan con una mujer como presidenta o directora ejecutiva.

Al poner el foco en España, de las 96 empresas que participaron en el estudio, sólo el 14% tiene presencia femenina en los altos puestos directivos, y apenas el 3% tiene a una mujer como primera ejecutiva.

Las empresas públicas no cumplen con la ley de igualdad

La ley de igualdad española establece que en las empresas con más de 250 empleados tiene que haber al menos un 40% de representación femenina en sus puestos directivos. La investigación del Consejo Superior de Cámaras de Comercio precisa que la diversidad de género es más frecuente a medida que la empresa es más grande, y también en el caso de las empresas públicas o si tienen alguna participación institucional.

Sin embargo, en las empresas participadas por el Estado tampoco se cumple esta cuota: sólo el 25% de las filiales de la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) tienen más del 40% de mujeres en su consejo, precisa el estudio de Informa D&B.

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