Las cuotas de la CAM languidecen a la par que la subasta se enfría

Las cuotas participativas de la entidad pierden otro 30% de su valor en septiembre. Las reticencias de los potenciales compradores han reducido mucho el volumen de negocio

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La bolsa está pasando una dura factura a las cuotas participativas de la CAM. Ahora las fluctuaciones de la cotización no son tan salvajes como en el pasado mes de agosto. Lo que eran movimientos incontrolables como la caída del 50% el 25 de agosto o la subida del 71% cinco días después ahora son movimientos más cortos pero más que suficientes para tragarse el 30% del valor de la CAM durante este mes de septiembre.

El resultado es desolador. La cotización de la entidad alicantina intervenida por el Banco de España el pasado 22 de julio se sitúa en torno a los 1,75 euros. Es decir, el mismo nivel al que se desplomó el mes pasado y desde que el que inició un despegue que ha sido efímero. Unos resultados terribles en todos los frentes y la frialdad con la que los potenciales compradores del grupo han acogido el cuaderno de venta han hecho el resto.

En estos momentos, estos posibles compradores están reclamando al Banco de España que ofrezca suficientes garantías de liquidez para afrontar sin temores los próximos vencimientos de deuda del grupo, que sólo el año que viene alcanzan los casi 6.400 millones de euros. Esta línea de liquidez se sumaría los 3.000 millones que el banco emisor ha puesto sobre la mesa de la CAM tras la intervención de julio.

El mercado de valores está cotizando que el proceso será largo y tortuoso. Además, de la pérdida de valor de las cuotas, también se está produciendo una fuerte caída del volumen de contratación, lo que indica que los inversores empiezan a perder el interés que demostraban semanas atrás. En los últimos días, se están negociando no más de 150.000 acciones, cuando en la muy caliente última semana de agosto hasta tres veces se superó el millón de títulos contratados.

En este escenario, la asamblea convocada por la Associació d’Impositors Valencians de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (AIVCAM) votó este martes a favor de abrir un proceso de sindicación de las cuotas participativas para presionar al Banco de España con la amenaza de retirar sus nóminas y depósitos si no se defienden sus intereses.

Ante una pérdida de fondos que se cifra en alrededor de 4.000 millones de euros desde la intervención, la CAM ha reaccionado este miércoles con el lanzamiento de un producto llamado Depósito Creciente 5. Tiene una duración de dos años y el tipo de interés que ofrece aumenta cada seis meses. Empieza con una rentabilidad del 1,4%, a los seis meses pasa al 2,5%, en los seis siguiente se eleva al 3,5% y en el último alcanza el 5%. Por lo tanto, la rentabilidad media TAE el del 3,09%.

Esquema de protección de activos

Ahora, la clave para la reactivación de la venta de la CAM y por lo tanto de la cotización de las cuotas participativas será el esquema de protección de activos (EPA) que el Banco de España sea capaz de ofrecer a los potenciales compradores.

En la primera fase del EPA, que consta de tres tramos, las pérdidas que surjan se compensarían con las provisiones de la entidad, sin aportación alguna del FROB. En el segundo tramo, el FROB cubriría el 80% de los primeros 2.500 millones de euros de quebranto, mientras que el 20% restante correría a cargo del comprador. En el tercer tramo, el organismo se haría cargo del 90% de las siguientes pérdidas que se registrasen, en su caso, y el comprador, del 10% restante.

El gran problema es que los posibles compradores creen que las pérdidas del grupo podrían crecer en los próximos meses. La foto fija del primer semestre dice que la CAM registró pérdidas de 1.136 millones de euros, que la tasa de morosidad se disparó hasta el 19% y que el nivel de solvencia sin tener en cuenta la inyección del 2.800 millones del Frob era del 4,8%.

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